El joven Changkyun rondaba con una gran sonrisa por los pasillos, bailando música imaginaria que solamente él escuchaba en su cabeza, cada parte de su cuerpo irradiaba felicidad.
Hoy pasaban oficialmente ocho meses desde la ruptura del 2Won y aunque ese periodo había sido muy duro para todos los miembros, incluyendolo a él también, por fín comenzaba a ver luz al final del túnel, ese día tendría una cita con su amado Hyungwon.
Cita tal vez no era la palabra adecuada para llamar a esa quedada pero Changkyun si la cosideraba asi ya que tras mucho esfuerzo y dedicación había conseguido que Hyungwon aceptara ir a dar una vuelta por ahí ellos dos unicamente, él solo podía pensar que por fín su crush lo había comenzado a ver como a un hombre adulto.
Su actitud no mostraba señal alguna de pena, aunque sonara como una mala persona pensaba que la separación de sus amigos había sido lo mejor, no unicamente debido a sus propios intereses, sino que consideraba que esa pasión tan fugaz que sentía la antigua pareja solo les hacía daño,un amor tan salvaje solo podía dejarles cicatrices.
Changkyun quería que Hyungwon se sintiera en una película cursi de las que el mayor veía con ojos ilusionados algunas noches, esas que son tan dulces que de solo de verlas podrían causar caries. Estaba completamente seguro de que él era la persona correcta para darle a su Hyung lo que necesitaba.
Desde que se conocieron no pudo apartar la vista de su belleza tan particular, era como una obra de arte extraña que solo puedes ver en los mejores museos. Podía escucharle horas y horas sin cansarse, era tan exótico que lo tenía embaucado.
Cuando Hyungwon comenzó a salir con Hoseok, algo dentro del pequeño se rompió, teniendo que ver como alguien se llevaba a lo que el más adoraba, asi que se pasó un largo tiempo observándolo desde lo lejos, como si una barrera imaginaria se interpusiera entre él y su musa.
Pero todo esto cambió hacía ocho meses, ya no había ninguna barerra entre el y su musa, o eso creía, ya que las lágrimas del mayor se volvieron su mayor enemigo, con el que peleaba diariamente.
Por muy feliz que lo hiciera ser el mayor apoyo de Hyungwon, no podía evitar romperse cada vez que veía su rostro marcado por la tristeza.
Al abrir la puerta para ver a su precioso Hyung lo encontró tirado en la cama, en posición fetal. Los sollozos inundaban cada rincón del cuarto y de fondo se escuchaba una triste melodía.
Changkyun preocupado corrió a sentarse en la cama donde Hyungwon se encontraba, empezando así la rutina de muchas noches.
Se acostó a su lado, primero acariciando su pelo y luego sus mejillas. Oyendo el incesable llanto, abrazó al mayor por la espalda y comenzó a susurrarle una suave nana, sintiendo mientras cómo la respiración de Hyungwon se acompasaba y el llanto cesaba.
Se quedaron en esa posición, mientras que Changkyun cada vez abrazaba más fuerte a Hyungwon y entre suaves caricias ambos acabaron dormidos.
Quien los viera pensaría en la dulce pareja que hacían mientras dormían en cucharita, en el amor que emanaba esa escena, aunque en realidad estaba llena de amargura y tristeza.
Changkyun comenzó el día siendo la persona más feliz de aquel lugar, pero como cada noche acabó con aquel insaciable llanto recorriendo cada parte de su ser.
La que iba a ser la velada de sus sueños acabó convirtiéndose en otro amargo recuerdo, el cual le recordaba que él nunca sería quien consiguiera el corazón de Hyungwon.
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Bueno, tras mucho tiempo me he puesto a continuar esta pequeña historia.
No sabía cómo seguir hasta el final que tengo en mi cabeza, asi que en un arrebato de inspiración he escrito esto.
No puedo decir que sea un capítulo genial ni largo, hasta se podría prescindir de él pero considero que mostrar los sentimientos de la tercera persona en esta historia era necesario.
Espero sinceramente que os este gustando, asi que gracias por leerla.
Drew🌌
