"1"

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✧playlist:

»seventeen ' alessia cara

»ribs ' lorde [reproduzcan cuando ponga " © "]

✧ Adaptación 

✧boyxboy

enjoy

❁now i wish i could frezze the time at seventeen❁

"La vida te llega rápido", esas fueron las palabras del padre de Alek. Y eran ciertas, él mismo lo comprobaba, sus veintidós llegaron tan rápido que no recordaba lo que había pasado en los últimos tres o cuatro años. La edad que aparentaba era poca, podrías fácilmente confundirlo con un puberto de secundaria, pero sus veintidós años seguían allí.

"Somos como cuchillas de pasto, vamos de lo mejor y luego nos marchitamos", eso que su abuela decía también era cierto. Todo había cambiado, ahora ya no podía hacer cosas estúpidas con sus amigos, ni hacer como que nada importaba. Se convertía en adulto, y eso era inevitable.

Solo bastaba ver su, ahora, costumbre de ir a la cafetería "coff!ee's" por las mañanas, Alek ahora casi dependía del café.

Olía el delicioso aroma de su capuccino, una exquisita bebida. El local era cálido, con paredes forradas de madera vieja, música de los 80's y lamparas de adornos finos. Era un buen lugar para relajarse, perfecto para el invierno que se vivía en Carolina del Norte.

Más allá en una mesa para dos personas, en una esquina del lugar, estaba Max, con su gorro de lana y un abrigo dos tallas más grande. Mirando a la nada con su taza de chocolate caliente entre sus manos.

Alek mira el cristal, viendo su pasado en el... Aunque no lo refleja, "sólo los fotógrafos recuerdan el pasado", pensó dirigiendo su mirada a la máquina que emitía la música, y, después a un pequeño cuerpo en la mesa al lado de ésta. Agudizó su vista notando al chico. Era de cabello negro y ojos marrones.

De cierta forma le recordaba su "ayer", pues era de menor edad que la de Alek. Lo miró por un buen rato, hasta que el pelinegro lo pilló y un rubor adornó las mejillas de ambos. El menor se removió incómodo en su asiento, rotando un poco (mucho) su cuerpo quedando casi de frente a la pared, y Alek carraspeo mirando de nuevo la gente pasar a través del cristal.

Una semana, pasó una semana, Alek como siempre iba todos los días a la cafetería de lunes a sábados (Los domingos se los pasaba con su familia).

Max, sentía curiosidad por el ojimiel, y ahora frecuentaba "coff!ee's" cada tercer día (un día iba, y otro no). Quería hablarle, pero era demasiado tímido y cerrado a una conversación, definitivamente no podría, ni siquiera sabría cómo continuar o mantener una conversación.

Alek entró al local el sábado, y vio al mismo pelinegro, no lo veía antes ir tan seguido allí, de hecho hasta hace dos semanas lo había visto. Algo en el menor le parecía raro, iba solo.

Pasó un mes, y Alek juraba que el menor iba a la cafetería solo para verle, era una idea tonta, pero eso aparentaba Max. Lo miraba mucho, y cuando Alek le devolvía la mirada él volteaba a otra parte.

Hoy Alek estaba decidido, le hablaría al chico de ojos marrón.

Como siempre, llegó, ordenó su capuccino y unos muffins de chocolate y moras y se acercó a la mesa dónde se encontraba Max. Con nervios lo hizo, tomó asiento a su lado. Max lo miró con los ojos bien abiertos.

"Seventeen"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora