Si tan solo fueras real... || Peter Parker || Tom Holland [ Libro 1]

Capitulo 17

Peter y Ned bajaban las escaleras mientras hablaban animadamente hasta que escucharon como el periódico escolar anunciaba lo que sucedió ayer, ambos chicos sonrieron. Alguien se acerco al castaño sigilosamente por atrás y le cubrió los ojos mientras se empinaba un poco ya que él era algo alto

 El chico toco las manos con su mano libre mientras bajaba he intentaba tocar su cara, pero la persona se hiso a un lado. Lamio el lóbulo de su oreja mientras Peter se retorcía. 

No pudo evitar reír, delatándose a si misma

— ¡ __________ !— menciono Peter un poco sonrojado cuando la chica se aparto de él, la castaña simplemente le sonrió

 — Hola, Pet — saludo la menor

— Eres una boba, pequeña — negó con la cabeza mientras se le formaba una sonrisa un tanto coqueta

 El moreno miraba la escena sin comprender, desde cuando esos dos hacían ese tipo de afecto. No solo Ned estaba confundido, también Michelle cuando se les acerco al trio. Pero lo dejaron pasar, ya les preguntarían en otro momento

 En ese preciso instante sonó la campana, los estudiantes se dirigían a toda prisa a sus respectivos salones. El cuarteto no fue la excepción, sin embargo el castaño se alejo de sus amigos, ya que se saltaría las clases

Cuando se dirigía a la puerta principal, fue descubierto por el director, este lo envió directamente a detención. Peter miraba la televisión con aburrimiento, ya le estaba hartando que hubiera tantos videos de Capitán América sobre obedecer las reglas y la moral  

Se levanto de su pupitre con su mochila y salió del salón de castigo, sin importarle si eso le trae mas problemas

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La castaña miraba la ventana mientras pensaba sobre todo lo sucedido desde que se adentro a la película, ignoraba lo que el profesor explicaba. Suspiro frustradamente al tomar la decisión de hacerle caso a aquella voz desconocida

Le dolía saber que antes que el castaño se valla a detener al buitre en el baile, ella debía volver al mundo real, le dolía a no más poder. Pero era necesario irse de ahí, al menos se iría con los recuerdos de aquel mundo donde conoció a su mayor amor platónico desde la niñez   

Faltaba poco para la chica volviera al mundo real