Bloody Desadaptada | Resubiendo

1. ¡Lolito! ¿¡Por qué!?

Un gemido lastimero trepa por mi garganta, la parte baja de mi abdomen se siente como si alguien estuviera golpeando la zona con algún objeto pesado y con gran potencial para dañar mi piel sin ser visible. Así se siente tener la menstruación, el dolor y sufrimiento de algunas mujeres, ya que no es el caso de todas.

Ya puedo imaginar como debe de estar mi sabana, mi blanca sabana irónicamente cubierta con una gran y deforme mancha roja de sangre, casi queriendo imitar a la bandera de Japón, pero con bajo presupuesto claro.

A duras penas estiro mi brazo izquierdo hacia el mueble que se encuentra a mi lado, hagarro la manija de la taza de té. La flor de manzanilla, el tomillo, la canela y el anís realmente son mágicos a la hora en la que llega el período menstrual o bien el dichoso Andrés como algunas le llaman.

Como puedo me siento en el colchón y dejo la taza vacía en el mueble veo la hora del reloj, marca las doce de medió día. Shit, ya es bastante tarde cómo para seguir en la cama medio cubierta de... Sangre.

Al sentir que el dolor a disminuido me levanto dando un vistazo a la sabana, y efectivamente está algo manchada de sangre. Tomo la sabana y la llevo al cuarto de lavado, donde obviamente la voy a lavar y dejarla como nueva... O al menos sin rastros visibles del líquido rojo.

Dejo que la lavadora haga lo suyo y salgo del pequeño lugar para ir rumbo al baño. Apenas entro al lugar cierro la puerta, mi visión se torna borrosa y el mareo me consume dejándome algo atontada por el momento, hagarro con fuerza el lavatorio tratando de no caerme en el intento.

- Dios -Susurro cerrando los ojos con fuerza mientras el "efecto" se va y mi sistema vuelve a la normalidad.

Estos mareos y visión borrosa han estado apareciendo continuamente desde hace un mes, no me preocupo en ir al médico, algún día me voy a morir de todas formas.

Al igual que vas a ir al infierno por ser una maldita perra.

Mi visión se torna borrosa, pero esta vez oscura y se lo que significa, por lo que no cierro mis párpados, los cuales se vuelven sumamente pesados.

Me recargo sobre la pared y me quedo ahí por unos ¿segundos? ¿Minutos? No se, pero mi único afán es que el maldito dolor y oscuridad salgan de mí.

Uh, ¡a la tonta niña le duele la cabeza!

Recuerda el anciano del piso de arriba, te miro feo ayer en la mañana ¿verdad?. Dale una lección niña, anda matalo, observa su feo rostro suplicar por la vida, deleitate con su sangre esparcida en el suelo.