Hola.
Semana catorce.
Tuve que correr por toda la escuela para alcanzarlo, no quería hablar conmigo, en sus ojos se acunaban las lágrimas que no quería soltar. Me dijo que le dolía verme triste por alguien como tú, que no vales tanto como para derramar lágrimas por ti; me dijo que aún quiere mi amistad... y lo besé.