#31DaysBNHA

Día 5: Momento Triste

ADVERTENCIA: SPOILERS DEL MANGA. LEER BAJO SU PROPIO RIESGO.

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En tan solo un día, Mirio sintió que su mundo se quebraba sin poder hacer nada por evitarlo.

Apenas había podido dormir esa noche, quería hacer lo posible por rescatar a Eri, por rescatar a esa niña que había dejado atrás hace un tiempo, la culpa le había carcomido desde entonces. Lograron hacerlo, la sacaron de aquel horrible infierno en el que vivió atrapada tantos años. Pero, por cada gran logro, la vida te cobra un alto costo.

Perdió su Quirk. Todos esos años que trabajó, todo el esfuerzo, todo lo que tuvo que aprender con ensayo y error. Todo se esfumó al momento en que esa bala dio contra su cuerpo. Él podía con eso, estaría bien sabiendo que ella estaba a salvo, sabiendo que lograron alejarla de ese cruel destino.

Lograron salvarla costando la vida de su maestro.

En cuanto Mirio despertó en el hospital preguntó por él desesperado, solo recordaba que estaba muy mal y era gracias a él que el rubio seguía con vida. Solo le bastó ver la cara de la enfermera para saber que nada iba bien.

Ignorando todo el dolor de su cuerpo y su pierna enyesada se levantó corriendo sin poder ser detenido por más que la enfermera lo intentó, ni siquiera sabe cómo encontró la habitación. No prestó atención a ninguno de los presentes, toda su atención estaba en la persona en la camilla que parecía más una máquina con tantos cables saliendo de su cuerpo.

El señor usó su visión en él, le vio un futuro en el que se convertiría en un gran héroe, uno que él debía seguir a toda costa, pero Mirio solo podía pensar ¿cómo? ¿Cómo sería un héroe sin su Quirk? ¿Cómo lograría ser un héroe si Nighteye ya no estaba con él? Fue como un segundo padre para él, le ayudó a encontrar su propia fortaleza, a alimentar la esperanza de que lo lograría, a entender y aprovechar sus debilidades.

El único consuelo que logró encontrar entre su mente ese momento en que llorar era lo único que podía hacer, fue que pudo acompañarlo en sus últimos momentos de vida. Sin embargo, no pudo acompañar la última sonrisa que le dedicó, entre el llanto desesperado y el dolor de su corazón no logró sonreír a su lado esa vez.

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Día 5, terminado.

Yo soy muy llorona, pero esta parte del manga me destruyó de una manera que estuve llorando más de media hora. Escribirlo me hizo llorar otra vez, creo que por eso salió tan pequeño, pero siento que esta bien así. No estoy lista para ver esta escena animada en el futuro.