Hoy era una noche especial, llevaba meses esperando este día, hoy por fin me graduaría de la preparatoria junto a mi mejor amigo aunque espero por fin pasar de esa categoría a una mas seria.
Hoy seria el baile de fin de año que realiza el instituto a todos los chicos que se gradúan como forma de despedirse y desearles un buen inicio en la universidad o en todo caso en su trabajo. Hoy era el día anhelado para todas las chicas, incluyéndome, trajes de gala, baile, comida, las parejas.
Era un día especial, quería hablar con él, Sebastian Acosta, llevábamos tan solo dos años conociéndonos, pero ese tiempo había sido lo suficiente para que mis sentimientos despertaran y derramara miel cada vez que lo veía, y es que como no enamorarse de él, era el chico sacado de todo cuento de hadas; amable, atento, caballeroso, tenia muchísimas cualidades.
Acababa de salir de la ducha, fui a mi habitación y abrí mi armario, hoy tenia que ponerme algo elegante y bonito, lo vería en la fiesta ya que me dijo que tenia algo que hacer y que no podría pasar por mi, al principio me decepcionó pero eso no arruinaría mis planes.
Abrí mi armario y ví una camisa de algodón que tenia una chica al parecer famosa en el frente, yo no la conozco, pero gracias a esa camisa lo había conocido, él sabía quien era y me dijo el nombre de la persona, al parecer una cantante famosa de pop, aunque sigo sin saber quien es porque yo escucho mas rock que pop a decir verdad, ese día fue nuestra primer plática y el inicio de miles de reencuentros.
Pase el gancho en donde estaba esa camisa y me encontré con un vestido negro que al igual que la camisa me trajo hermosos recuerdos, ese día habíamos salido por un helado, todos nos molestaban porque decían que eramos novios, no prestábamos mucha atención y seguimos con lo nuestro, hasta que por accidente el tiro su helado encima de mi vestido manchándolo todo, ese día al llegar a mi casa tuve que quitarlo rápido ya que el helado era de chicle y si lo dejaba mas tiempo seria mas difícil de quitar a la larga.
Sonreí por inercia, volví a remover el gancho pasando a la siguiente ropa, este sin duda era la que mejor recuerdos me traía era una camisa negra en donde se podía leer Skillet en ella, se podía aun observar manchas en ella, ese días los maestros nos habían castigado por haber juntado varios químicos que al explotar habían terminado embarrados en todo el salón y en toda la ropa, eso no había sido lo único, mas tarde nos castigaron y nos obligaron a pintar todo el salón de nuevo, pero entre broma y broma comenzamos a aventarnos la pintura hasta que termino mas en nosotros que en el salón y como alternativa tuvimos que ser brochas humanas y comenzamos a arrastrarnos y aventarnos por las paredes del salón.
Reí al recordar ese día, volví a recorrer el gancho encontrándome con el vestido que utilizaría esta noche era un vestido negro que llevaba mangas pero tenia descubierto los hombros, me llegaba dos dedos arriba de la rodilla, era un poco pomposo y tenia delineado toda la orilla de color vino, tenia como pequeñas ramas dibujadas con hilo dorado y de ellas salían hermosas flores color vino que resaltaban, en la cintura llevaba un broche igual dorado con diamantes incrustados que estaba sujeto en una cinta color vino igual.
Estaba muy feliz el día que había comprado el vestido había sido muy difícil, quería comprar algo que fuese de mi agrado pero algo que le impresionara al verme, quería impresionarlo ese día, y después de ver mil tiendas y miles de precios por fin encontré este que sin duda para mi fue una de las mejores decisiones que e tomado para esta noche. Me coloque las mallas y el vestido, tome los zapatos y me los coloque, me mire al espejo, quería verme bien para él, quería que este día fuera único, comencé a maquillarme, algo que contrastara perfecto con el vestido y la noche.
Cuando me di cuenta ya eran las 9:36 pm, tardaría media hora en ir al instituto pero alegraba porque mis padres me dejarían conducir el chevy de la familia, ese carro de verdad a aguantado años, esta en la familia desde que tengo 5 años, me mire por ultima vez al espejo, viendo que todo estuviera en orden, toque mi cabello un poco corto acomodándolo detrás de mi oreja, me mire en distintos perfiles y después de aprobarme a mi misma salí directo al baile.
[...]
Después de media hora llegue, había mucha gente aun llegando, todos venían con trajes y vestidos elegantes, entre al lugar, la musica retumbaba en mis oídos y hacia que sintiera las ondas recorrer por mi cuerpo, camine a la mesa en donde estaban todos los platillos, tome un poco de refresco y me serví, me senté en una silla cercas mientras veía a la gente disfrutando del ambiente del lugar, unos bailaban y otros solo platicaban, buscaba a Sebastian con la mirada pero al no verlo supuse que tal vez aun no llegaba, camine cruzando por la pista y la gente, y ahí fue cuando lo ví, estaba en el otro extremo se veía muy animado, una sonrisa se dibujo en mi cara y una corriente eléctrica comenzó a arrasar por mi cuerpo.
Estaba lista, me acercaría a el, tendría una platica casual, lo citaría en un lugar en donde no se encontrara nadie y le diría mis sentimientos. Memorice una vez mas el plan en mi conciencia y con confianza en mi caminar fui hacia el con una sonrisa, sentía aquellas mariposas en el estomago y sentía mi corazón que a cada paso se aceleraba aun mas, pero mi sonrisa se borro junto a todas mis sensaciones al ir despejando gente y ver a su lado a una hermosa chica de cabello largo y lacio, ella lo tomo por el cuello haciendo la distancia mas pequeña hasta que unió sus labios con los de él.
Me quede estática forzando a las lágrimas a no salir de mis ojos, pero me fue imposible, una lágrima se escapo y de ella corrió otra.
Una...
Dos...
Tres...
Una tras otra comenzaron a salir de mis ojos, y finalmente él se había percatado de mi presencia, pero era demasiado tarde, yo ya estaba algunos metros mas lejos, huyendo como la cobarde que era, salí del lugar y estaba decidida de irme de esa fiesta, busque mi carro y al encontrarlo con mi mano un poco temblorosa intente insertar la llave para abrir la puerta pero alguien me detuvo en el acto.
– Chler espera – tomo mi mano alejándola del auto, aun tenia los ojos llorosos – ¿estas bien?
– no, no lo estoy y agradecería que me dejaras sola – intente safarme pero el no me dejaba.
– ¿porque actúas así? – me miro a los ojos tomandome de los hombros.
– ¿y tu como reaccionarias si el chico que te gusta esta con otra chica? – solté sin mas, no era como lo había planeado pero el enojo y la decepción del momento hicieron que salieran solas las palabras – lo siento...no quería que enteraras así – dije tapandome los ojos intentando cesar las lágrimas que aun caían de ellos.
– ya lo sabia – voltee mirándolo extrañada, y un tanto anonadada por su comentario.
– ¿lo sabias? – el solo movió la cabeza en forma de afirmación – ¿porque nunca dijiste nada? – su mirada se convirtió en una de tristeza, me miraba a los ojos rogándome no hablar del tema aunque al final hablo.
– siempre lo supe, pero creí que si fingía que no me daba cuenta las cosas entre nosotros seguirían normales – soltó un pesado suspiro – Chler, eres una gran chica, pero como lo viste haya adentro, yo ya tengo a alguien, por eso no pase por ti, este era mi momento para declararle mi amor – él había hecho lo mismo que yo quería hacer esta noche, la gran diferencia es que el triunfo y yo solo termine lastimando a mi corazón en una ilusión con final feliz – Chler yo no puedo verte de otra manera que no sea como amiga.
Y fue en ese momento que sentí como un puñal se clavaba en mi corazón haciendo que la sangre saliese y corriera fuera de mi corazón para dejarlo vacío por no tener un sentimiento correspondido de amor
Lo mire una vez mas, forcé una sonrisa y entre a mi auto, el ya no intento detenerme, puse la llave en la ranura y la gire, moví la palanca y pise el pedal, poniendo a andar el auto, lo ví por el espejo retrovisor, me estaba viendo y luego entro a la fiesta.
Volví a llorar, era una chica tonta en creer que un chico tan fantástico como él se fijaría en una chica como yo, que él y yo nos veríamos bien tomados de las manos, era una tonta por hacerme falsas ilusiones, ese chico era único y solo chicas a su nivel podrían tener su corazón.
Y ese era mi destino, observarlo a lo lejos mientras él es feliz en el calor de alguien mas...
Fin
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El día en que mi ropa me hablo [One-Shot]
No FicciónUn día especial para Chler hoy por fin le declararía sus sentimientos a su mejor amigo, no puede haber nada que se lo prohíba ¿o si? Publicada el 18/01/19