06 : descanso.

14.2K 1.3K 277
                                    

-¡Aleluya!- Jungkook, después de una larga tarde de digitar las notas de todos los cursos por fin puede descansar.

Apaga su laptop y la guarda en su estuche. Se para de la silla, trona sus dedos y se estira un poco. Con un bostezo escapando de sus labios sube las escaleras, con el único propósito de bañarse y echarse a dormir.

Al pasar por la puerta de su habitación, enfoca su vista en el baño de esta, encontrando la puerta entreabierta y la luz prendida, junto con el sonido de gotas chocando contra el piso.

Sin dudarlo, trota hasta el lugar, y, efectivamente, la desnuda figura de su esposo es lo primero que pasa por su campo visual.

Mhm, puede que ya no tenga tanto sueño...

Procurando no hacer ruido se deshace de todas sus prendas y camina cauteloso hasta estar detrás de Tae, quien ahora mismo se encontraba tallando su pancita mientras tarareaba la intro de My Little Pony.

-Amor~.- Se sobresaltó en el momento en que unas manos recorrieron su espalda baja y apretaron desvergonzadamente sus respingadas nalgas.

-K-Kookie..

-Shh.- Susurró en el cuello de Tae para posteriormente lamer aquella zona, su traviesa mano bajando hasta la intimidad del acaramelado mientras que la otra seguía masajeando aquel suave trasero.

-A-ah~, K-Kookie~.- El nombrado sonrió al sentir aquel frágil cuerpo derretirse entre sus brazos, volteó al mayor y besó sus labios con hambruna, el adverso correspondiendo algo torpemente, gimiendo una vez su cuerpo fue puesto contra la pared de la ducha.

Jungkook deslizó sus manos por la figura de su esposo hasta llegar a sus muslos, mismos por los que levantó a su pareja para seguir con el beso.

Tae enredó sus dedos en los oscuros cabellos de su pareja, ambas lenguas se rozaban con pasión y el agua se deslizaba sensualmente por sus cuerpos. El menor separó las piernas del mayor, y reuniendo un poco de fuerzas lo elevó, de manera que pueda lamer más fácilmente su cálido interior.

-¡Ah~!- Gimoteos ahogados seguían escapando de la boca de Kim y Jeon no podía estar mas satisfecho con su trabajo. Gimió una vez un dedo fue ingresado en su entrada, este moviéndose en todas las direcciones mientras la lengua de su amado seguía haciendo maravillas en su interior. El menor bajó con cuidado el cuerpo de su esposo y unió sus labios nuevamente, y, sin previo aviso, tomando al contrario por sorpresa, lo penetró.

Agudos gemidos, cansados jadeos, profundas embestidas, rasguños en su espalda, labios mordidos y rojos cual cereza, el agua resbalando con gracia en sus sudorosas anatomías, el constante rebote del cuerpo del mayor contra el pavimento, dos manos entrelazadas y dos almas unidas en un lazo inquebrantable.

Una de las muchas muestras de amor entre la pareja fue profesada aquella noche, porque a pesar del constante ajetreo durante el día la luna siempre les recibirá en sus más pasionales momentos.














ese final, ah.

dear students ─ gguktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora