Prólogo

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Ese día... ¿Quién diría que me cambiaría la vida? Después de todo, solo era una llamada a dirección ¿Qué podía pasar? Los mismos vecinos, la señora que vende periódicos, las casas que eran ya tan conocidas para mí. Era difícil imaginarse que ese día iba a pasar algo interesante. Pero ¿Saben? Una muy antigua leyenda japonesa dice: "Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper". Y al parecer mí muy problemático hilo rojo me había llevado a conocer a mis hermanos...

Destinados Al EncuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora