Habían pasado ya varios meses desde que encontré aquel hombre dentro del cuarto de mi padre, prácticamente ya había olvidado aquel suceso y realmente no le di mucha importancia después de algún tiempo, ya que realmente para mi sólo fue un susto o algo que llego a jugar con mi cabeza en un momento de desconcentración.Seguía preocupado por mi madre, ya no salía para nada de su alcoba y ni siquiera probaba su comida, intente de todo, en uno de esos miles de intentos compre un perro pequeño al que llame "Filip" pero a ella ni siquiera le importó...
-Mira pequeño, vaya problema que tenemos, supongo que tu y yo seremos buenos amigos.
Rápidamente el perro creció, pero no era como cualquier cachorro, este tenía algo raro en su comportamiento, ya que por las tardes se echaba justo frente a la enorme puerta de aquel viejo cuarto, aveces durante las noches Filip ladraba y rasguñaba la enorme puerta, como si el la intentará abrir y dentro pudiera encontrar algo. Esta situación me ponía muy tenso durante algún tiempo, pero al pasar los meses se volvió algo común.
Una tarde Filip y yo salimos a dar nuestra ya tradicional caminata nocturna, no tardamos nada en regresar a la casa, pero el tiempo fue más que suficiente, nos llevamos una gran sorpresa. Al abrir la puerta y entrar, una gran tensión invadió mis sentidos, Filip se puso demasiado ansioso y comenzó a ladrar como todo un loco, como aquellos perros callejeros persiguiendo una motocicleta. Al momento pensé que se trataba de un ladrón y rápidamente tomé un bate metálico que estaba recargado muy cerca del pórtico. No había nada de ruido y comencé a razonar. No se trataba de ningún ladrón. En ese instante supe que algo estaba realmente mal y justo antes de mover un solo músculo, un gran y ensordecedor grito inundó cada rincón de la gigantesca casa, penetrando cada parte de mi ser y retumbando cada vez mas y mas en mis oídos, estaba totalmente aturdido y de la nada, total silencio, salí corriendo, directamente a las escaleras, pero al acercarme a estas, escuche un golpe seco, era mi madre, salí disparado y solo, para encontrarla tirada al borde de las escaleras, apenas consciente y en estado de shock. Solo balbuceaba un montón de cosas, mismas que yo asumía, eran tonterías.
Logre llegar al hospital con ella justo a tiempo aunque, aún no entiendo que había motivado a que mi madre saliera de su cuarto y sobre todo que la había hecho entrar en tanto pánico para gritar de esa manera y caer por la escaleras. No llego tan siquiera a imaginar todo el terror que debió haber pasado mientras no estaba. Era momento de saber que estaba pasando en esa maldita casa.
No pasaron demasiadas horas para saber que mi madre había sufrido un gran traumatismo, debido a que el golpe que sufrió, fue demasiado fuerte. El doctor se acercó a mi.
-¿Usted sabe lo qué pasó con su madre? Es demasiado extraño que ella haya caído de las escaleras estando completamente sola.
-Disculpe, pero ¿Está tratando de insinuar que tengo algo que ver con el accidente de mi madre?
-No lo quiero dar a entender así, pero es casi imposible que alguien tan saludable como la señora, simplemente caiga de unas escaleras. La paciente se tendrá que quedar durante algunos meses, su situación es muy delicada y tardará mucho tiempo en rehabilitarse.Solo sentía las miradas de la gente, ese tipo de miradas que te juzgan y te escanean parte por parte. Ni siquiera les daré importancia.
Estaba totalmente decepcionado ¿como podrían llegar a pensar eso de mi?.
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El sollozo de la noche
ParanormalUn joven busca explicación a los sucesos extraños que ocurren después de la muerte de su padre, pero durante esto, tendrá que lidiar con algunos problemas.