CAPITULO 27
No puedo creer como es que las cosas dan giros tan inesperados, verdaderamente que no lo puedo creer. ¿Cómo me encuentro en estos momentos en esta situación?, me encuentro en mi habitación con mi pijama y en el umbral de la puerta de mi baño, sopesando en irme a acostar. Robert me mira desde el sofá con cara adusta, se nota que tampoco le gusta esto más que a mí.
—En ese cajón hay mantas —Le dije señalando la gaveta a donde las guardo.
—Gracias. — Se levantó del sofá para ir por la manta. — ¿Puedo pasar al baño?, quiero cambiarme de ropa.
—Claro que sí, no tienes ni que pedirlo —Blanquee los ojos, él tomó sus cosas. Le di la espalda hasta que se perdió en el interior. Me senté en mi cama tratando de pensar ¿Por qué maldita sea me metí en esto?
********
Todo comenzó en la cena, en donde tratamos de dar una buena impresión, era nuestro turno de ser hospitalarios. Pero...¿Cómo dar la apariencia de ser una feliz pareja, cuando estamos molestos uno con el otro?, aunque debo decir que Robert es mejor en esto que yo. Ya que toda la cena trató de sonreírme e incluirme en la conversación, mientras yo trataba de sonreír y que no se notara demasiado mi incomodidad. Otra situación claro era que el señor chinito no iba solo, no claro que no, su esposa lo acompañaba, entonces no podía desviar toda la atención del señor Wong con Robert, porque claro estaba la señora Wong para que estuviera interesada en mí, y ya que ella domina un poco más nuestro idioma, me hacía un montón de preguntas acerca de nuestra cultura, comida o lo que fuera para que tuviera que abrir la boca y responder sus dudas. La situación se complicó cuando el señor Wong comenzó a platicar con Robert— En chino — Acerca de algo que no entendí, obviamente, pero por la cara de mi esposo me di cuenta de que era algo serio.
—Natalie — Dijo en voz baja, ya que sabía que la esposa hablaba mejor el idioma —Tenemos una situación.
—¿Sí, y cuál es esa situación?— Dije entre dientes y sonriendo para que no se notara la incomodidad.
—Ir al baño — Dijo de pronto la esposa del señor Wong. Todos asentimos, ella lo dijo en su idioma para su esposo.
—Bien, ahora escucha. Ellos no tienen un hotel, por la temporada alta de vacaciones y el evento del Superbowl, en san Francisco no hay hoteles disponibles. Jessica olvidó mencionarles eso mientras venían.
—Me sorprende que tu novia no haya previsto esa situación antes. — Dije con toda la saña posible.
—¿Qué, mi novia?... que demo..., escucha no voy a hablar de eso ahora.
—Perfecto— Sonreí asesinamente, mientras el señor Wong nos miraba sonriendo. — ¿Entonces, eso que quiere decir?
—El y su esposa se preguntaban si... si podríamos hospedarlos en nuestra casa. —Guardó silencio esperando a que yo captara la situación.
—Espera... ¿Qué?— Sé que levanté la voz, porque el señor Wong frunció el ceño. Me recompuse rápido. —Pero... no podemos. ¿Cómo?
—No lo sé, no sé qué hacer.— Por primera vez su voz denotaba desesperación. — Supongo que tendré que decirle la verdad, y afrontar que nos retire su ayuda.
—No, no, no vas a hacer eso. — Y así después de mucho tiempo, tome su mano. — Vamos a hacerlo. Dile que puede quedarse en nuestra casa.
ESTÁS LEYENDO
UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD
RomantikNATALIE ES UNA MUJER DE 24 AÑOS QUE LO HA PERDIDO TODO, O AL MENOS ESO PIENSA, CUANDO LA VIDA LE PRESENTA UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD DE AMAR, ELLA NO SABE QUE HACER, ¿SE ATREVERÁ? NO ES TAN FÁCIL PERDERLO TODO CUANDO LA VIDA APENAS EMPIEZA.