[Fanfic CDM] ¡Yo Te Ayudo! (Castiel) ̶C̶A̶N̶C̶E̶L̶A̶D̶O̶

0.- Ojos Carmesí

*Pov Su*

Después de bajar del autobús y caminar unas cuadras, por fin llegué al Sweet Amoris, mi nuevo instituto. No me emociona la idea de ir a una nueva escuela, pero tampoco la ando odiando.

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Todo siempre es igual, en donde sea que esté

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Entré al dichoso lugar, accediendo primeramente al patio. La zona era muy bonita en mi opinión. La primera vez en la que me intereso en un patio. Apunté mi vista hacia un árbol de tronco delgado, pero que se mantiene firme.

A los pies de este...Pude ver a alguien...Un chico...

Cabello rojo y largo, vestimenta de motero, y una expresión relajada, esa era su descripción. Descansaba en los pies de aquel árbol, como si nada lo preocupara.

No me inspiraba confianza. Aunque parecía tranquilo, puede ser una persona de horrendo corazón. Yo no me fío de él... 

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Yo no me fío de nadie

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*Pov Castiel*

Mi mejor amigo todavía no llegaba, y me puse a descansar en el patio, mientras esperaba su llegada. Me sentía tranquilo, apoyado en este árbol, pacífico era el momento, por una vez en mi ridícula vida. Una ligera brisa azotó contra mi rostro, dejándome llevar por la paz.

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Una mirada sentí...

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Abrí solo un poco mis ojos, y se posaron en mi observador... O debería decir... Observadora.

Castaña de pelo largo, pecas, ropaje simple, solo una camiseta, pantalones, zapatillas y una chaqueta, nada con pinta de ser costoso, y ojos... 

Ojos rojos

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Esos ojos intensos, y vacíos, observándome, mientras la brisa golpeaba delicadamente su cabello, una chica distinta a cualquier otra. No parecía ser de esas que van de compras, que se preocupan de su aspecto, o lo que le digan... Ella es...única...

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*Pov Omnisciente*

Las miradas de ambos jóvenes duró por un minuto interminable. La chica de ojos rojos, y el chico de ojos grises, no despegaban su mirar del otro.

- ¡Bienvenida!, ¡Tienes que ser la nueva! - Saludó una castaña de ojos azules, que se acercó a la oji-roja.- Si no es molestia, deberías seguirme para ver a la directora y te indique lo que debas hacer.

La chica de ojos rojos asintió, y las dos se adentraron en el edificio. El pelirrojo se quedó viendo como la chica de increíbles ojos desaparecía de su vista. Él sentía deseos de volver a ver esos increíbles ojos...

A lo que llamaría...

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Ojos carmesí