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- Hoseok~ - susurra su padre, moviendo delicadamente al nombrado - Hoseoook~ - repite, éste levanta la cabeza con sueño, perdido.

- Papá... ¿Dónde estoy? - frota sus ojos con sus dedos pequeños, para luego llevarlos a la cabeza, rascándola.

- Te quedaste dormido en la ventana - ríe suavemente -. ¿Tienes frío?

- Algo - responde asintiendo.

- Era algo obvio de que te iba a dar frío - ríe nuevamente -. Te daré chocolate caliente para que te sientas mejor, ¿bien?

- ¡¡Sí!! - Wonho salta de su lugar, olvidando completamente el sueño, una de las cosas que más le gustaba era el chocolate caliente.

··
- Wonho - llama su madre, el menor estaba sentado frente el televisor admirando los dibujos animados, él voltea rápidamente a verla con unos ojos brillantes e inocentes.

- ¿Sí, madre?

- Ven a la cocina conmigo, por favor - le hace una seña para que le siga. Éste sin quejarse, acompaña a su madre hasta dicho lugar.

Su madre saca un tazón con decorativo navideño (estaban en plena navidad) y luego sirve algo café. Wonho frunció los ceños, apenas tenía cinco años, no entendía qué era eso, pero no se atrevió a preguntar, solamente se dedicó a ver los movimientos suaves de su madre.

- Ten - le entrega el tazón navideño, Wonho miró lo café sin ganas -. Hoseok, es chocolate caliente, nada malo.

- ¿C-Chocolate caliente...? - sus ojos obtuvieron nuevamente un brillo de inocencia. Su madre asiente como respuesta.

- Exacto. Esta es una de las mejores épocas para tomar chocolate caliente - la mujer mira por la ventana, dando una vista hermosa, todo cubierto de blanco, la nieve caía delicadamente por el césped y los árboles -. Anda, pruébalo. Estoy segura de que te va a encantar y me pedirás más -le sonríe.

El menor mira una vez más el chocolate caliente, le sopla para no quemarse la boca y da un pequeño sorbo. Su madre le miraba atentamente esperando a que le hubiera gustado, sonrió nuevamente cuando Wonho sonrió de oreja a oreja llevando su mirada hacia la mujer.

- ¡Mamá! ¡Está riquísimo! - exclama con una voz dulce.

- Me alegro de que te haya gustado, mi niño - se agacha para quedar a su altura y le da un beso en la cabellera negra del menor.

- Te quiero muchísimo mamá... - Wonho la abraza, dejando a un lado la taza -. No sé qué haría yo sin ti.

- También te quiero mucho Wonho... - sonríe tristemente la madre -. Tampoco sé qué sería de mí sin ti...
··

- Papá, te quedó igual como lo hacía mi madre - dice luego de dar su primer sorbo al chocolate caliente, pasando la lengua por sus labios por tener de este allí -. El chocolate caliente es... - suspira -. Es como si sintiera a mi madre a mi lado, ¿me entiendes? Es como si mi madre sigue con nosotros, aquí, sentada en esta misma mesa, o mejor dicho en esa silla, - apunta una silla de color café colocada en la cabezera de la mesa.

- Tu madre sigue con nosotros, Wonho - sonríe su padre -. Ella nunca se irá de nuestro lado, nos estará apoyando y nos estará cuidando.

- Padre. ¿Extrañas a mamá?

- Demasiado.

- Yo igual - responde, dando otro sorbo -. Bueno, ¿hoy podré salir al jardín? Quiero explorar ya este lugar para conocerlo mejor y poder adaptarme bien - cambia de tema rápidamente. Wonho sabía que si seguían hablando de ella, la pena les iba a inundar.

- E-eh, sí, claro - asiente el padre.

Estuvieron unos minutos más en la mesa terminando de tomar el desayuno. Wonho ayudó a su padre a llevar todos los platos y las tazas hacia la cocina, para así luego lavarlos.

Se colocaron la ropa y salieron de la casa. Wonho pudo encontrar muchas cosas que no se imaginaba; por ejemplo en una esquina de la casa había un montón de hormigas. Según Hoseok, se llamaba "el hogar de los pequeños humanos", un nombre que le hizo reír bastante a su padre. Otro ejemplo es que cerca del lago habían peces. Su padre le explicó que aquellos peces no eran para comer y, que si quería el menor, podía bañarse dentro de este, ya que aquellos peces no eran enemigos.

Después se adentraron al bosque. Lo que ellos dos no sabían, es que había un camino de piedras dentro de este. No se sabía cuál era el final, pero se comprometieron que algún día iban a explorar todo el bosque entero.

Eso sí, Hoseok siempre acompañado de su papá.

Volvieron a casa tomados de la mano mientras Hoseok saltaba muy feliz, ¡le encantaba la casa, el lugar, el bosque, todo! No se quería ir de ahí, finalmente se sentía a gusto por primera vez.

No como en su casa anterior...

Malos recuerdos...
Mentiras...
Quizás maltrato...
Tristeza...

Y todo solitario para él...

🍡

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⏰ Última actualización: Aug 14, 2019 ⏰

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Cristalino, 2won🍥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora