única parte.

194 32 6
                                    


💐🌟💐

Aquel era un día de primavera como cualquier otro. Los pájaros revoloteaban de aquí para allá, las abejas iba en busca de polen, las parejas buscaban tontas excusas para darse amor y el cielo parecía indicar que sería un día precioso.

Muchas personas amaban esa época del año, no solo porque el clima era relativamente fresco, sino que también amaban el hecho de ver cualquier tipo de flor creciendo en sus jardines y estas les daban un toque mágico a sus vidas, puras patrañas.

Exacto, todos amaban la primavera todos excepto un adorable chico que vivía en un pequeño vecindario en la ciudad de Seúl. Byun Baekhyun. A sus cortos 25 años había estudiado fotografía en alguna prestigiosa universidad de la ciudad y exactamente hace unos 5 años atrás un exámen arrojaba que él era alérgico a la primavera.

Aquel descubrimiento fue algo triste para Baekhyun, ya que él desde pequeño sacaba a flote sus dotes fotográficos y le encantaba fotografiar la primavera, claro hasta que un día llegó a casa con un estado de salud horrible, sus padres se preocuparon exageradamente y lo llevaron de urgencia al hospital, enterándose allí sobre la alergia que poseía el pequeño chico.

Cuando la primavera atacaba y daba indicios de aparecer en cualquier momento justo cuando Baekhyun tenía que hacer algún pendiente, él tomaba uno de los cuantos cubrebocas negros que tenía, su gorra del mismo color y emprendía camino hacia el estudio de fotografía en el cual trabajaba. Caminar unas seis cuadras era para muchos algo sencillo de hacer pero si hablamos de Baekhyun, mmh no. No porque fuese un total perezoso que se agotaba con caminar sólo seis cuadras, era por el simple hecho de que camino a su lugar de trabajo, exactamente en una esquina estaba instalado un adorable puesto de flores.

Ahí trabaja Oh Sehun, un chico de unos 23 años, de hombros anchos, mirada intensa, mandíbula perfectamente delineada, ojos marrones que según Baekhyun eran los más preciosos del lugar y por su puesto, el fotógrafo tenía un crush con él hace un par de meses. Siempre que pasaba por las fueras del lugar, con su cubrebocas y gorra, disimuladamente fingía estar observando algún tipo de rosa que se encontraba acomodada junto a otras flores pero en realidad se concentraba en mirar el perfecto rostro del chico.

Sehun que al parecer era bastante distraído, nunca se dio cuenta de su presencia en todos esos meses pues se dedicaba a brindarle adorables sonrisas a los clientes del lugar. Baekhyun triste ante eso, se conformaba con solo mirarlo obvio con disimulo. Aunque de todos modos ¿quién se acercaría a él cuando utiliza cubrebocas y gorra en primavera? Exacto, absolutamente nadie. Cuando sentía el picor en su nariz y que un molesto estornudo se acercaba, él rápidamente salía de la tienda y volvía a su trabajo.

Ese día no fue la excepción, con pasos lentos se adentro a la tienda y para su sorpresa estaba completamente vacía. Baekhyun suponía que siempre estaba repleto de personas debido a la belleza del vendedor, pues debía admitir que él también estaba allí por eso. Al entrar los ojos de Sehun se clavaron en su persona y el corazón de Baekhyun comenzó a latir de una manera descontrolada.

—Cálmate estúpido corazón— musitó el en voz baja, esquivando su mirada de la de Sehun.

Sehun frunció el ceño con una sonrisa en su rostro, le pareció raro ver a un cliente usar cubrebocas y gorra en primavera. Baekhyun examinaba con melancolía los girasoles, siempre fueron unas de sus flores favoritas pero luego de esa alergia había dejado de lado ese fanatismo.

girasol ━ sebaek Donde viven las historias. Descúbrelo ahora