Clases de Matemática.
—Ethan—una pequeña bolita de papel cayó en su mesa, pero no la notó—Ethan, psst.
El chico no parecía escuchar nada, permanecía dentro de un abrumador silencio en donde lo único que sentía eran sus ojos pesar. Cada lunes a su vecino se le ocurría la gran idea de invitar a su familia a comer hasta la madrugada, el bullicio de anoche había sido demasiado y no pudo dormir bien.
–Psst, ¡oye!—David, el mejor amigo de Ethan golpeó su hombro con un cuaderno.
—¡Ouch! ¿Qué quieres?—se giró cuidando que la profesora no lo viera.
—Queda poco para el recreo, vamos a ir con los chicos a la fuente y hablar sobre las cosas que hicimos en el verano, ¿vienes?
El chico aceptó despreocupado y se giró, pero sentía miedo, es más, estaba preocupado. El verano había sido lo peor de su vida. Se presentó como un Omega, una de las cosas más vergonzosas para un hombre.
Desde ese entonces comenzó a consumir supresores de olor. Quería mantener una imagen de "Alpha" digna, al menos, la imagen que todos tenían de él antes de salir de clases el año pasado.
—¿Vamos? —dijo David cuando el timbre sonó
—No te imaginas todas las cosas que hice, mi padre me inscribió a un campamento y le rogué incontable veces para que no me obligara a asistir, pero si hubieras visto a la preciosura que tenía como instructora tampoco hubieras querido regresar—se detuvo a medio camino para ofrecerle una mirada coqueta a Ethan—sin duda lo pasé increíble.
—¡Ahg! David eres un asqueroso—dijo dándole un empujón al Beta que reía a carcajadas.
—Ay por favor... Tú también deberías salir, es más...—abrió la puerta que llevaba hacia el patio —deberías dejar descansar a tu mano.
El Omega se detuvo y le dedicó una mirada asqueada.
—No seguiré hablando de esto contigo.
Se acercaron a la fuente y se sentaron junto al grupo. Todos hablaban de las chicas con las que habían estado en la playa, en campamentos, etc... Pero Ethan no parecía muy interesado en la conversación, su Omega estaba aburrido, no se sentía seguro entre tantos Alphas y su olor.
Olor... ¿Se notaba su olor? ¿Algunos ya habrán sospechado? Su corazón comenzó a acelerarse. El ambiente se comenzó a sentir pesado sobre él. Levantó la cabeza y notó a un chico a lo lejos observándolo, mantuvo la mirada. Había algo extraño en él. Algo le llamaba la atención en sus ojos... Su Omega le pedía acercarse, pero su parte racional fue más fuerte y sólo atinó a observarlo con curiosidad.
Un golpe en su brazo interrumpió sus pensamientos.
—Ethan, ¿cuántas perras agarraste estas vacaciones?—rió un chico mayor que él a su lado—apuesto a que tuviste a las mejores.
Apartó la mirada del chico en frente suyo y se la dirigió a su grupo de amigos. Todos lo miraban expectante.
«Mierda, ¿qué digo?»
—Uff... Perdí la cuenta—agarró su cabello con nerviosismo—¿Recuerdan a Rose? La rubia de penúltimo año.
—¡¿Te acostaste con Rose?!—David saltó en su lugar—Joder... ¿Cómo lo haces?
Se encogió de hombros sonriendo de lado y todos comenzaron a hacer un bullicio.
«Estoy jodido... »
