Con todos los problemas exteriores que habían alrededor de su raza, los espectros también tenían algunas riñas en sus viviendas. Ya han pasado 4 años desde aquel último incidente en el que el caza espectro intentó matar a Sol, quien ya había cumplido 10 años; Desde el incidente la seguridad de los tres espectros especialmente la de la hija más pequeña, fue reforzada y ahora, les es prohibido salir de los condominios de la familia. Sin embargo, la familia Yagami Akane no era del todo unida. Solaris, quien se encargaba del entrenamiento de Shiori, también hacía sus cosas en secreto, en las noches solía encerrarse en su oficina haciéndole seguimiento al Libro maldito, el cual estaba comunicándose con ella para informarle la falta de alimentación de poder por parte de su portadora, es decir, Sol lo alimentaba muy poco, sin embargo, también podría tratarse de que su poder como espectro está bloqueado por el mismo libro. Solaris tenía su propio oscuro y obsesionado secreto por el poder que el libro le había prometido a ella, pero que debía ofrecerle a su hija como contenedor para que su mismo poder aumentara, pues la pequeña Sol, poseía un gran poder dentro de ella, siendo así clasificada como clase S.
Sin embargo, para esconder tal intención en frente de su esposo e hijos, Solaris trataba de ser una buena madre ayudando a cada uno de sus hijos en mejorar sus diferentes habilidades, entrenaba mas que todo a Shiori y a Sol puesto que ambas tenían sangre de hechiceras, pero la relación de las hermanas no era tan buena después de todo, Shiori solía molestar a Sol y le tenía una pequeña envidia, puesto que Sol era la hija menor, casi siempre tenía la mayor atención por parte de sus padres, ya que poseía los dos poderes de la familia, y su padre, el líder de la familia completa mayormente pasaba el tiempo con la menor, y desde aquel incidente con el caza espectro él cuidaba de Sol demasiado.
Cierto día, Sol se encontraba en el jardín de la Mansión Yagami Akane, le gustaba mirar el cielo desde el gran árbol sagrado, un árbol que ha estado desde muchas generaciones, se dice que atrae tranquilidad y mucha paz, pero misteriosamente no se sabia la razón de ello. Ella se encontraba sentada bajo la sombra del árbol, reposando después de su duró entrenamiento con su madre, además de que se sentía más liberada al no estar cerca de su hermana mayor.
(¿Porqué...?)
Pensó la niña soltando un leve suspiro mirando fijamente el cielo, se preguntaba el porqué del comportamiento de su hermana con ella, podía sentir su envidia y odio, y eso, la entristecía.
"Has mejorado bastante, aún teniendo tu poder bloqueado"
Sol se sorprende al escuchar esa voz grave y tétrica muy cerca de ella, y se sienta mirando a sus alrededores.
— ¿Tú...? —Preguntó la niña mirando hacia la nada sabiendo de quién era esa voz, pues ya había hablado con el dueño de la misma.
"¿Qué pasa?, ¿Aún te doy miedo?"
Dijo aquella voz irónica y oscura.
— N-no tengo miedo...—Su voz sonó temblorosa, pues si que le daba miedo, era el Libro Maldito, y algunas veces en sus entrenamientos lo había escuchado. Sabía que se alimentaba de su poder oculto, y sabía que tenía una misión para cumplir.
"Debes volverte más fuerte, necesito más poder"
La niña se queda callada al escuchar la voz del libro nuevamente, siempre le decía que necesitaba mas poder y así como él se lo pedía, ella le daba de su energía. Desde que el Libro maldito fue conectado a Sol, ella siempre debía equilibrar las energías del libro una vez por semana; El proceso consistía en que ella debía hacer un hechizo que aprendió desde el día del ritual, donde ella empezaba a darle su energía espectral al libro para equilibrar así mismos sus energías, puesto que el libro era mayormente compuesto por energía negativa. El ritual lo debía hacer cada noche, pero poco a poco, cuando el poder de Sol vaya creciendo, el ritual irá mermando.
— Y si... ¿No puedo hacerlo? —Preguntó la niña mirando el cielo seriamente y con algo de melancolía en su rostro.
"Morirás, así que mas te vale cumplir"
Sol cerró sus ojos cogiendo su rostro con sus manos. — Cállate. —Masculló, solo después pudo escuchar el silencio total, abrió sus ojos viendo el cielo con sus ojos algo cristalizados, subió sus manos limpiando sus lágrimas traviesas y se levanto de aquella sombra del árbol, caminando hacia el interior de la mansión, pasillos gigantes a su parecer, ya que tan solo era una pequeña de 10 años.
— Oh, Sol —Habló una voz femenina detrás de ella, Sol al girarse nota que es su hermana mayor, Shiori. La hechicera mayor sonrió negando con su cabeza, se acercó a su hermana revolviendo el cabello de ésta.
— Shiori, déjame. —Dijo la pequeña quitando la mano de su hermana mayor, Shiori cruza sus brazos riendo algo burlona.
— Recuerda que la batalla simulada se acerca, allí veremos si el entrenamiento te ha servido de algo.
Sol desvió su rostro ignorando el recordatorio burlesco de su hermana mayor. Batalla simulada, era lo que llamaba su madre a una batalla no real, en donde sus hijas debían luchar usando solo su magia para poder defenderse, sin embargo, Sol había perdido la anterior batalla simulada y por eso Shiori la andaba molestando casi todo el tiempo recordándole aquella batalla. Pero, la pequeña estaba decidida a esta vez, no volver a perder, para terminar con las burlas de su hermana mayor.
Shiori bufó algo molesta al notar que su hermana menor la había ignorado totalmente sumergiéndose en sus tontos pensamientos, naturalmente a veces sucedía así cuando quería hacerla molestar. Molesta por aquello, Shiori conjuró un hechizo básico de ráfagas de hielo que fueron rápidamente al cuerpo de Sol, la pequeña sin tener mucho tiempo pone sus manos frente a ella misma — ¡Escudo eterno! —Gritó cerrando sus ojos, de inmediato el hechizo de Shiori fue desviado, era cierto que el Escudo Eterno era un hechizo de protección que funciona mediante la magia del usuario, su resistencia depende de quien lo conjura y en este momento, el hechizo propio de Sol, había desviado sin problemas el hechizo de Shiori. La hechicera mayor se sorprendió por aquello y decidió dejar en paz a su hermana, corriendo por los pasillos para perderse así en su habitacion; Sol, abrió sus ojos notando que Shiori se había ido, miro a su lado izquierdo y noto que uno de los arboles había quedado casi congelado, eso había significado que ella pudo protegerse del hechizo de su hermana mayor. Soltó un leve suspiro y utilizó otro hechizo básico para volver a la normalidad aquel árbol, hecho eso la pequeña se fue a su propia habitacion, había tenido un día no tan bueno, aunque casi siempre era así, las pequeñas rencillas con su hermana mayor eran casi matutinas y eso la agotaba un poco mentalmente.
Tanto así eran los días de nuestra pequeña hechicera que ocultaba un poder grande en su interior, sus entrenamientos son drásticos y un poco pesados, y siendo la mas protegida especialmente por su padre, el líder de los espectros, las rencillas no se podían evitar con sus hermanos mayores quienes la molestaban o hacían bromas pesadas; Y aunque su madre les ponía atención, tampoco solía ser cariñosa o amorosa como Sol lo hubiera querido, sabiendo que el poder mas grande se lo ha brindado a ella, pero Sol, no quería tanto poder destructivo, tan solo quería tener una vida en paz y armoniosa. Sin embargo, al haber nacido como una hechicera y espectro, su destino seria forzado a sufrir muchas desgracias y ataques, lagrimas de por medio vendrán, sangre derramada y desprecio total, tanto los resentimientos familiares pueden ser muy peligrosos como los resentimientos externos y las luchas eternas contra los caza espectros.
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La Magia del Amor
Romance(No... Es imposible) "Claro que no lo es, tu poder, quiero tu poder, eres la única que puede darme lo que yo deseo" (Pero... ¿Porqué yo?...) "Eres de una raza anormal niña, naciste con sangre de hechicera pero, tu poder está oculto por mi" (No... No...