Pasado un año de aquel ritual, la pequeña Sol siguió sus días ahora con algo nuevo que aprender y soportar, entrenaba todos los días con su padre y su hermano mayor, pues su hermana mayor entrenaba con su madre por ser de su misma clase, aunque la pequeña debía entrenar con sus dos padres por heredar las dos razas. Una particularidad de los poderes de Sol es que ella puede ocultar totalmente su poder y así mismo su energía espectral, haciéndola ver como una hechicera normal y con su apariencia podría parecer una humana, siendo ahora la portadora del libro maldito que cada vez sumaba más peso a la vida de la niña, pues cada noche debía realimentarlo con su energía para estabilizar las energías positivas y mantener las energías negativas que él poseía, por supuesto, era el libro del inframundo, claramente creado mayormente con energías negativas, por lo cual ahora Sol debía mantenerlo a "raya", pero aquello la dejaba casi agotada y sin fuerzas, aunque con el descanso de la noche podía despertar casi normal al otro día.
Sol y sus hermanos mayores se debían de mantener casi todo el tiempo dentro del territorio de su clan por la eterna y peligrosa lucha contra los caza espectros. Estos seres, o mejor dicho familias, son como la policía de los espectros pero siendo corrompidos por los líderes de las demás familias o razas que quieren que en su totalidad los espectros, desaparezcan. Los caza espectros se dividen en tres grupos dependiendo de su poder y experiencia en el combate: Aprendices, guerreros y maestros; Estos rondan por todas las regiones y son realmente peligrosos, buscan a los espectros e intentan asesinarlos sin piedad, por eso mismo algunos de las familias de espectros luchan y regresan con vida o lamentablemente pierden la vida en el intento.
Cierto día, la pequeña Sol después de su entrenamiento con su padre tuvo la oportunidad de estar un tiempo libre y podía vagar por el bosque del lugar, aunque no era seguro caminar por allí ni mucho menos a horas de la tarde. Pero la niña al estar todo el tiempo en la Mansión decidió explorar, pensó que no sería tan malo, después de todo su relación con sus hermanos mayores no era tan buena, Shiori quien ya tenía 9 años de edad solía pasar todo el tiempo con su madre y cuando no, ésta solo se encerraba en su habitación pasando por encima de los pedidos de su hermana menor, pues parecía que le irritaba su presencia; Por otro lado Jiro, que ya poseía 8 años entrenaba junto a ella y su padre, pero después solía irse con sus demás amigos a hacer travesuras por el pueblo. Así que Sol todo el tiempo permanecía sola; Caminando por el bosque, ya estaba cayendo el atardecer y aunque aquella niña sabía que era tarde, no quería regresar aun, quizás pensando que no podría suceder nada malo.(El bosque... Es muy bonito...)
Fue el pensamiento de la pequeña al girar completamente su cuerpo viendo todo su alrededor con una pequeña sonrisa, los árboles, las flores, el suave pasto, las aves que solían volar por ahí; Realmente era lo único que la había hecho feliz en ese momento.
— Oh... Pero ¿Quién es esta chiquilla que me encuentro aquí? — Habló una voz casi tenebrosa y masculina. La pequeña se asustó un poco y miró a aquel hombre que se encontraba a unos cuantos pasos atrás de ella.
— ¿Quién es... Usted? — Preguntó ella con cierto temor, el hombre rió un poco burlón y cínico mientras la miraba. Sol se mantenía a distancia teniendo desconfianza ante la mirada de aquel sujeto, no le daba buena espina.
— Vaya, vaya, vaya... — Musitó aquel hombre viéndola detalladamente con una sonrisa algo sádica — Pero es que tengo a nada mas ni nada menos que la hija menor del jefe de la familia de espectros mas fuertes... De esta región por lo menos — Dijo caminando lentamente hacia la pequeña, ella al verlo acercarse retrocedió ya estando muy asustada.
— Oh, ¿Porqué tienes miedo?... Acaso, ¿Sabes quién soy? — Habló irónicamente el hombre — Los Mitsuki se van a alegrar al ver que te he encontrado, quizás lleve tu cuerpo... — Sonrió mirando a la niña — Con o sin vida — Terminó por decir sacando una pequeña pero peligrosa daga.
Sol al ver el arma se asustó mucho más y decidió empezar a retroceder mucho más rápido.
(Debo salir del bosque...)
Pensó desesperada la pequeña niña mientras podía escuchar los pasos rápidos de aquel hombre.
— ¿A dónde vas?, No puedes escapar de mi — Decía el hombre tirando la daga con mucha habilidad, y ésta rozó la mejilla izquierda de la niña haciendo que ella se cayera por una rama de un árbol que había caído recientemente. Sol, llevó su mano izquierda tocando su herida y el hombre pudo admirar en ese momento su rostro de miedo.
— D-déjeme en paz... Por favor... — Susurró temerosa la niña viendo que el hombre volvía a sostener la daga en sus manos. — Tranquila, si ruegas por tu vida quizás te lleve con vida — Dijo él con una sonrisa sádica — Así que... ¡Empieza a rogar! — Gritó con fuerza lanzando de nuevo la daga hacia ella.
La pequeña cerró sus ojos asustada y por impulso propio alzó su mano derecha a la vez que gritaba — ¡Escudo eterno! — Justo en frente de su mano se formó un gran círculo de color azul oscuro el cual, detuvo la daga desviándola teniendo como destino a un árbol.
— Vaya... Nada mal para ser la hija de un espectro y una hechicera — Le dijo el hombre a la pequeña soltando después una risa cínica — Vales mucho como para matarte aquí... Solo con una daga — Finalizó acercándose a la niña con mucha rapidez.
La pequeña estando muy asustada empezó a sentirse desesperada, su cuerpo se estaba sintiendo diferente. Sus ojos se mezclaban de un color raro entre violeta y rojo, un aura de color negra-morada empezaba a emanar de su cuerpo.
(¿Qué me pasa?... No, ahora no...)
Su poder de espectro se estaba haciendo presente, pero aún era totalmente inexperta en su control y el libro empezaba a consumir su energía descontroladamente, ciertamente la protegía, pero ahora su cuerpo se sentía débil. Sol miró al hombre teniendo su respiración agitada y trató de levantarse.
— Ven conmigo por las buenas niña — Dijo el hombre ya con un toque de seriedad — Está bien que prolongues tu vida, pero mi paciencia no es buena — Advirtió sacando unas pequeñas agujas de sus bolsillos, sonrió sádicamente mientras apuntaba a la pequeña que trataba de moverse.
— ¡Deja en paz a mi hija! — Gritó una voz masculina detrás del hombre, Sol se sorprendió al escuchar aquella voz, su corazón palpitó muy fuerte y pudo notar como el hombre se tiraba viendo al que le había interrumpido.
— Oh, así que papi ha venido a salvar a su hija... Será un honor llevármelos a los dos — Dijo el hombre centrando su atención en el padre de la pequeña. — Lo siento, pero no me iguales a tu nivel, no eres rival para mi — Habló Eiji poniéndose en posición de batalla, pronto el bosque empezó a vibrar por fuertes golpes que los dos hombres hacían, uno, intentando proteger a su tesoro más valioso, y el otro, intentando asesinar a un alma inocente.
Sol presenciaba la batalla de su padre contra el caza espectro a una distancia prudente y su cuerpo volvía a la normalidad poco a poco, pero aún seguía asustada y más por su padre, aunque sabía que él era muy fuerte, por supuesto, ella tan solo era una pequeña de 7 años, la cuál intentaba asimilar lo que pasaba. La batalla se tornó peligrosa y aquel caza espectro lo percibía, por lo cuál decidió hacer un movimiento casi imperceptible y escapar de las garras del padre de Sol, prometiendo mentalmente volver algún día por aquella chiquilla.
— Hija... ¿Estás bien? — Preguntó con suavidad Eiji acercándose con cuidado a su hija, ella reteniendo sus lágrimas se fue corriendo como pudo hacia los brazos de su padre.
Eiji abrazó fuerte a su hija sintiéndose aliviado, aunque poco lo demostraba, su hija menor era muy valiosa para él, la quería y tenía miedo de que le pasará algo malo, por eso la protegía como podía de los caza espectros.
La noche ya había caído y Eiji llevaba en sus brazos a su hija, la pequeña criatura agotada de tanto gastar energía se quedó dormida, pero estaba fuertemente aferrada a la camisa de su padre.
Él llegó de nuevo a la mansión junto con Sol y viendo que ella seguía dormida decidió dejarla descansar en su habitación estando pensativo sobre el futuro y bienestar de su pequeña. Los caza espectros eran realmente peligrosos y crecían cada vez más, Los Mitsuki estaban mucho más cerca de lo que pensaba y temía por la vida de su hija.
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La Magia del Amor
Romance(No... Es imposible) "Claro que no lo es, tu poder, quiero tu poder, eres la única que puede darme lo que yo deseo" (Pero... ¿Porqué yo?...) "Eres de una raza anormal niña, naciste con sangre de hechicera pero, tu poder está oculto por mi" (No... No...