Aún no respondía, solo luchaba contra mi misma para no imaginarlo desnudo, pero era en vano, mi cabeza ya había dado rienda suelta a mi gran y extendida imaginación, y cuando caí en la cuenta de que lo tenia enfrente, metía el dedo en su boca una y otra vez sin dejar de mirarme saboreando la mermelada.
-Creo que se me ha quitado el hambre-Dije evitando mirarlo levantándome a gran velocidad, pero él también fue rápido cuando llego hasta mi quitándome el paso.
-¿Qué pasa?-Dijo con voz suave recorriendo con la yema de sus dedos mi mejilla y con la mano libre agarrándome de la cintura y pegándome a él.
-No, Cole...-Logré pronunciar al mismo tiempo que gemía al sentir sus dedos bajar por mi garganta, y sus labios besando mi cuello y hombro.
-¿Qué...?-Dijo él tranquilo.
Pero estaba tan confundida, que estaba perdiendo el control de mi propio cuerpo, y cuando creí poder detener aquello, había subido su rostro hasta mi altura y sus labios jugaban con los míos. Con suavidad, los labios se entreabrieron dejando paso a las lenguas que recorrieron cada rincón de la boca contraria, y como si mis brazos se manejaran solos, se colocaron tras su cuello pegándolo más aún a mí. Mi corazón comenzó a palpitar a toda prisa. No era dueña de mi misma pero a la vez me sentía más bien que nunca haciendo caso a mi corazón y no a mi cabeza, que me negaba algo de felicidad en esta locura.
Cole me tumbó sobre la mesa con delicadeza tirando todo lo de más al suelo, se oyó estallar un cristal, pero yo fui la única que se sorprendió pues él seguía subiendo su mano bajo mi camisa de botones. La piel se me erizaba, la respiración se me agitaba al igual que mis latidos con cada botón que se soltaba. Mis manos desalojaron su cuello y con la yema de los dedos recorrí una y otra vez las líneas de su espalda desnuda, cuidada y sensual, sus besos bajo mi pecho provocaban temblor sobre mí, y los jadeos y gemidos que provocaban su tacto me sonrojaban. Jamás me había sentido tan vulnerable ante alguna situación. Las manos de Cole ya no tenían sitio fijo cuando el último botón de mi camisa se soltó y dejó ver el sujetador sin asas negro que llevaba. Cuando nuestra mirada coincidió, mi cara se volvió completamente roja de vergüenza, y la de él llena de fuego y pasión que sus ojos mostraban con algo de deseo. Sin dejar que volviera en sí, se acercó a mí y unió sus labios de nuevo a los míos dejándome sin respiración, por un momento no sentí sus manos acariciar mi cuerpo pero sí como su cuerpo se despegaba del mío, entonces cuando sentí sus manos provocando que gimiera exageradamente entendí su ausencia. Acariciaba mis pechos sobre el sujetador con desesperación y se alejaba de mi mordiendo mi labio inferior. El deseo de más hizo que me irguiera y él aprovechó para pasar sus manos tras de mí y antes de que volviese a caer sobre la mesa se deshizo de mi prenda, un escalofrío recorrió mi cuerpo de frío, en parte, pero también de miedo lo que hizo que me agarrame a Cole, comencé a temblar. Si nos acabáramos de conocer en esta vida, me echaría exactamente la que tenía en la anterior, se suponía que tenía que ser una más y para mi todo aquello era la primera vez, los besos, las caricias, roces, todo.
-¿Tienes frío?-Dijo él divertido.
-S-sí-Respondí con temor porque notase algo que nos llevara al tema de que puede que esté loca. Él se puso serio y algo preocupado.
-Mejor lo dejamos-Dijo separándose y poniéndose de pie, rápidamente tape mis pechos con los brazos como pude, y salte pegándome a él.
-No, no te vayas.
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AH, NO. YO SÍ SEGUIRÍA EN ESO. YO LE UNTO LA MERMELADA.
mente sana como leshuga, mente sana como leshuga, mente sana como...
mente sana...
mente...
ME QUIERO COMER A COLE SPROUSE. BAI.
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Cuidado con lo que deseas | COLE SPROUSE
Fanfic"Ella no sabía que un simple deseo se podría cumplir... ¿Está arrepentida o agradecida?" Ten cuidado con lo que deseas Siempre había sido fiel a la ciencia, creía en todo lo que tuviese pruebas, pero aquella noche deje volar mi creatividad y pedí e...