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Cargaba un gran ramo de flores en mis manos aquel día, de tu color favorito.

Lágrimas salían por mis ojos, mezclándose fácilmente con las gotas de lluvia que caían suavemente al principio.

Ya lo sabía; era consciente que no podría volver a verte, escucharte cantar o abrazarte una vez más, y que ahora sólo podría hacerlo en mis sueños.

Pero nunca será verdad; siempre despertaré.

Pero no importa.

Seguiré hacia adelante, tal y como tú me lo decías todo el tiempo.

Nunca te rindas, sé fuerte. Ninguna tormenta es para siempre.

Gracias por enseñarme a vivir y no sólo a existir. Por iluminar mis lágrimas con tu hermosa luz y crear arcoiris de bellos colores.

Por enseñarme lo que es amar, y luchar por aquella persona que tanto anhelas.

Eras mi ángel, Park Jimin, gracias por ser mi refugio en estos días de lluvia.

Te amo, gracias por todo.





— Kim EunJin.

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