Tattoos /Kookmin +18 / One Shot

Unico

Cruce la mirada por todo el club, la gente enloquecída saltando al ritmo de la música mientras el olor a alcohol y sustancias ilegales se esparcían por la atmósfera. Mordí mi labio cuando visualice mi objetivo.

Allí estaba tan sexy como la primera vez que lo vi. Llevaba una camisa blanca debajo de su cazadora de cuero la cual escondía a la perfección los tatuajes que llegue a ver en ocaciones, unos jeans rasgados que dejaban ver los músculos de sus piernas y unas botas beige. Subí mi mirada y allí divisé esas dos perlas oscuras observándome. Me mordí el labio mientras mis dedos picaban al pensar en cómo podría delinear esos sensuales tatuajes con las yemas de mis dedos. Le sonreí juguetón y empecé a bailar entre la multitud. Siempre seguíamos el mismo patrón, le miró y me mira mientras nos ponemos duros y nos tentamos, pero nunca nada más.

Al cabo de un rato sudoroso me fui a la barra a pedir y me senté en una de las butacas. Pedí un mojito.

— Buena elección. - Salté en mi sitio al escuchar esa sensual voz a mi lado.

Mi vista recorrió al sujeto que ahora se situaba en una butaca.
Una sonrisa coqueta salió de mis labios. Por fin.

— Suelo tener buen gusto. - le pidió lo mismo que yo y su mirada oscura se posó en mi. - ¿Tu que gustos sueles tener? - el soltó una carcajada por mi coqueteo indiscreto, después humedeció sus labios con una sonrisa coqueta.

— Pues, me gusta lo que tengo delante. - Sentí como mi pulso se aceleraba y como mi entrepierna empezaba a palpitar.

— Buena elección. - El camarero dejó nuestras bebidas y la tomé por la pajita mientras le miraba fijamente. Sus ojos fueron a mis labios y vi como su manzana de Adán bajaba y subía.

— ¿Quieres bailar? - Asentí un poco sorprendido.

En los dos meses que llevo viéndolo desde la multitud ni una vez lo había visto bailando, solo dando pequeños golpecitos con su pie marcando el ritmo, normalmente era de su gusto DJ como Alesso o Tiesto, gustos que no pegaban para nada con su apariencia.

Sentí como su cuerpo se pegaba al mío y nos movíamos al mismo compás. El movimiento era lento y intenso. Sus manos se dirigieron a mis caderas pegando mi trasero aún más a su entrepierna si era posible.

Pase mis manos por su cuello y sentí como dejaba una pequeña mordida en mi cuello, seguido de un escalofrío que recorría todo mi cuerpo. Demonios. Me di la vuelta y enredé mis manos en su nuca acercándolo a mi. Nos miramos a los ojos y pude ver un brillo de lujuria en los del contrario. Entonces en un movimiento rápido pegó su boca a la mía, sus labios eran suaves y experimentados. Delineó con su lengua mis labios pidiendo permiso para entrar en mi boca.
La abrí y inspeccionó toda mi cavidad bucal con su lengua para después bailar con la mia, pude notar menta y tabaco en su aliento. Malditamente ardiente. Nos separamos por falta de aire y nos miramos.

— Sígueme. - Me dio un corto beso y arrastro de mi a la parte superior del puf.

— ¿Venias preparado? - El ladeó la cabeza, mientras abría la puerta sin contestar.

Solo fue cerrar la puerta sentir como me agarraba de los hombros y me acorralaba en ella. Su boca se dirigió de la mia hasta mi cuello, no pude reprimir un gemido ante el roce de sus dientes en mi sensible piel.
Sus manos bajaron de mis hombros hasta mi tracero estrujándolo, un jadeo involuntario salió de mis labios. Mejor de lo que me había imaginado.
Enrollé mis piernas en su cadera uniendo su erección a la mía buscando frotamiento, haciendo que fuera el ahora el que jadeará.
Volvió a unir sus labios a los míos para después dirigirse a la cama y dejarme en ella, se separó de mis labios para quitarse la chaqueta de cuero y por fin dejando ver sus tatuajes. Deje salir de mi boca un jadeo cuando visualicé los de su brazos y cuello. Instintivamente subí una mano hasta su cuello y los empece a delinear.