Monólogos y relatos de ideas que podrían ser.

Un poema sin genero.

Hay problemas que ni las palabras pueden expresar, sin embargo mírame, aquí estoy intentándolo. Y creo que no soy la única, así que espero que más de uno se sienta envuelto con mis párrafos.

Hace años conocí a alguien, no dire si fue hombre o mujer, pero está en mi corazón, sin intenciones de irse.
No recuerdo el primer día, ni siquiera el último. No estoy hecha para los cambios, mejor simplemente los olvido.
No recuerdo el último día, pero si uno antes de ese, nos prometimos la amistad eterna, cuando no nos sobraban segundos, nos prometimos el cielo, pero no veíamos ni las estrellas.
Hoy en día me levanto, esperando que por primera vez me hable primero, que por primera ves sienta que no fue una mentira. Hoy en día, sigo esperándolo.

¿Alguna ves les sucedió?
¿Alguna ves perdieron a alguien que rebasaba los límites del amor, la amistad y la familia?

Hace años conocí a alguien, y sigo esperando su mensaje.
Las excusas se volvieron el pan de cada día, ¿Qué había cambiado?, ¿Acaso hice algo mal?, ¿En que momento te molestó mi presencia?
Rayos, hablo sola por las noches, me digo mil palabras, siento que algo cambio, o que algo cambiaste.
Te fuiste a otro lugar, un mejor lugar; conociste a nuevas personas, mejores en todos los aspectos, tal ves con más dinero, amor y promesas por ofrecerte.
Pero aquí estaré, como un perro. No es cuestión de amor propio, si no de orgullo. ¿Qué tanto estas dispuesto a dar por alguien?

Este poema es sin género, y sobre todo, con sentimientos.