Parte Única

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Cuenta la historia de un mago
Que un día en su bosque encantado lloró
Porque a pesar de su magia
No había podido encontrar el amor.

Jungkook vagaba triste, yermo y desolado, por los bordes del lago que residía en su bosque,  la carencia de vida siendo presente y reflejante en sus ojos color oro. Esperaba y añoraba a que un día la Luna, su vieja amiga, se apiadara de su cruel destino y  le mostrará el camino por el que, algún día, encontraría a su amor. Su magia inabastecente que bien le proporcionaba todo lo que un humano pueda soñar, no le era suficiente. La clara satisfacción en el rostro de todo aquel que acudía a él ya le era tan soso, exiguo y el desinterés lo albergaba rápidamente.

La luna, su única amiga
Le daba fuerzas para soportar
Todo el dolor que sentía
Por culpa de su tan larga soledad.

El materializar y hacer realidad los deseos de su roto y abandonado corazón le era imposible, y condenado con el don que le fue concedido al nacer caminaba por las rugosas hojas caídas que adornaban el suelo por donde caminaba, a su paso, tocaba los frondosos árboles de cedro y pino devolviéndoles la vida que alguien había osado de quitarles. Hastiado y cansado de su monótona vida, decide mirar a la Luna pidiendo y rogando en silencio que su fiera condena terminará pronto.

Es que él sabía muy bien que en su existir
Nunca debía salir de su destino.

A pesar de su extenuante búsqueda, en el fondo sabía que su cruel destino le perseguiría toda su vida.

Si alguien te tiene que amar, ya lo sabrás
Solo tendrás que saber reconocerlo– Le dijo la Luna.

Fue en una tarde que el mago
Paseando en el bosque la vista cruzó
Con la más dulce mirada
Que en toda su vida jamás conoció.

Entonces lo supo. Fue en una de  sus marchas lamentables en la que se encuentra con la más dulce de todas las vistas. Jugando con otras hadas, en la copa del cedro más grande, se encontraba Taehyung, el hijo del rey de todas  las hadas. Vistiendo sus más elegantes ropas, Jungkook decide acercarse, a quien él denomina, su eterno estro. Su nuevo destino le era desconocido pero de algo estaba seguro, viviría su nueva vida en dulzura y sublimidad. Sin defraudar a su amor, busco y encontró el equilibrio que tanto anhelaba.

Desde ese mismo momento
El hada y el mago quisieron estar.

Luego de arduos días de galanteo* y cortejo, el hada por fin aceptó el compromiso de compartir su vida con el mago.  Agradecido por su nueva vida, Jungkook miró hacia arriba, su amiga la luna le sonreía con su luz radiante y le dio las gracias porque su tormento al fin culminaba.

Solos los dos en el bosque
Amándose siempre y en todo lugar.

De pino a cedro, rio a lago, piedras y rocas saltaban celebrando su fortuna, Taehyung y Jungkook gozaban de su amor. Se regocijaban en un mar dulce para abordar en la más perfecta felicidad. Ninfas y centauros tocaban la más bella balada, unicornios y dragones sacaban a lucir sus místicos poderes y los duendes y  hadas danzaban y aplaudían con armonía en conmemoración de la dicha que llenaba al bosque por la nueva unión.

Y el mal que siempre existió, no soportó
Ver tanta felicidad entre dos seres.

Namjoon, el rey de las sombras y tinieblas, habitaba el lugar más cutre del bosque. Pagando por el pecado de haber disipado la oportunidad de su único amor, vagaba odiando a todo aquel que mostrara un atisbo de júbilo que él no podía disfrutar, recordando el fallo y yerro* de su pasado. E ipso facto* pensando su próximo asalto.

Y con su odio atacó, hasta que el hada cayó
En ese sueño fatal de no sentir.

Desde la lejanía del bosque, el monarca de las desdichas observaba al nuevo tándem*. Namjoon, el soberano de todas las sombras, celoso de la luz que irradiaba el rostro del mago por su emparejamiento con el más bello ser del mundo místico,  decide lanzar un hechizo de sueño eterno hacia el hada, arrebatándole la felicidad, no solo a Jungkook, sino a toda vida que emanaba del bosque.

En su castillo pasaba
Las noches el mago buscando el poder
Que devolviera a su hada
Su amor, su mirada tan dulce de ayer.

Era imposible. Los bibidi babidi, ni los abracadabra eran suficientes para liberar a Taehyung de su sueño eterno, rogo e imploro a todo ser mágico por ayuda pero nadie podía hacer algo. Instó* y depreco* a Namjoon,  le juró cumplir todo sus deseos y liberarlo del infierno en el que vivía, con el único estipulo de liberar a su amado del hechizo que lo allanaba.

Y no paró desde entonces
Buscando la forma de recuperar
Al hombre que aquel día
En medio del bosque por fin pudo amar.

Años de conocimiento le eran insuficientes, los libros de magia tampoco eran de ayuda, y los seres míticos ya no sabían qué hacer para ayudar al mago.  Jungkook anhelaba ver otra vez los ojos color plata y miel de su hada. Falto, incompleto y dolido, recurre de nuevo a su amiga la Luna, pidiendo que con sus plateadas luces, le devolviera la vida a su lira*.

Y hoy sabe qué es el amor, y que tendrá
Fuerzas para soportar aquel conjuro
Sabe que un día verá su dulce hada llegar
Y para siempre con él se quedará.

Una importante lección, Jungkook aprendió.

Los momentos de felicidad tú debes amar. Hoy te devuelvo a tu musa, a cambio tú algo me darás. – Le hablo la Luna.– Tus dotes de mago  me has de entregar, a cambio a tu musa y vida inmortal  yo te daré, para igualar tu tiempo de vida con el hada que has de amar.

Grandes cosas tu sacrificaras, por aquellos a quienes dices amar. Sin dudar Jungkook entregó su don a su amiga la Luna. Y  allí, en medio del bosque, en el mismo lago por el que el mago solía caminar, yacía Taehyung siendo iluminado con un plateado fulgor, el color de la vida volvía a estar presente en el rostro del hada. Ya de pie, el hada abrió los ojos, buscando a su amante y con los brazos abiertos volvió hacia él.

Cuentan las ninfas que un amor más sempiterno* no podía haber, más aún se escuchan los cantos y risas del mago y el hada, deleitando e inspirando con su historia de amor, pues ellos su suerte les han de otorgar a todo aquel que busca a su otra mitad.

Se dice, que si buscas con entusiasmo y alegría, vives una vida satisfactoria y efímera, la Luna te concederá el deseo de iluminar tu camino, por el que, tú y tu destino, eternamente han de caminar.

–A.

La leyenda del Mago y el Hada || KookV || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora