Capítulo 4: Vidas Pasadas

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(Nota:  Las palabras con: ** tienen  un breve comentario abajo) 
Rafael:

Espero pacientemente por cuatro días y tres noches hasta que ninguna pulsación me deja sentir.

— Rafaél.

Hasta la cuarta noche, cuando se endereza y se acerca a la orilla de la cama para correr.

Observa el lugar, atenta, algo busca pero no lo encuentra hasta que su mirada se clava en mí; verme la tranquiliza y es cuando me decido entrar. Al menos su aroma de humana ya no está.

— ¿Dena?

Pruebo por saber si es Dena o Denae.

Pero no lo sé porque no responde. Su mirada sigue clavada en la mía y poco a poco me acerco a ella.

— ¿Denae?

A punto de tocarla parece despertar y toca su costado... ahí donde la hirieron de muerte en la generación seis. Aprieto mi mano y la retiro preguntándome si de aquel día se acuerda.

Observo como la observa y nota que no hay mancha carmesí. En su mente hay una pelea de personalidades entre mi Dena y Denae. Cierro los ojos intentando entrar entre el tornado y la pausa que se marcan.

Sinceramente no sé cómo proceder. Es la primera vez que logro traerla, que ella llega viva... que estamos aquí. La tomo del brazo y parece ser que mi contacto la debilita pero antes de soltarla me sujeta, diría que con fuerza aunque no estoy seguro, no lo logro sentir.

La asisto para salir e ir hasta la torre y presentarla frente a la reina.

No sé cómo hablarle, cómo saber que es ella.

— ¿Qué es lo último que recuerdas?

— A ti. — asiente convencida y así me ve — ¿Al salir de una celda? ¿ Al tomar mi mano? ¿Antes de desmayarme? Me arrastraban también... me iban a quemar... Y algo importante tenía que decirte. No son los mismos días, no lo sé. Es confuso, yo...

Entre mis brazos se desvanece para después recuperarse.

— Ahora debemos ir con la reina para que te ayude a recordarte, tranquila.

Tras guiarla, varios al verla lo dejan de hacer cuando la reconocen, pero les sorprende que realmente sea ella, que sea la indicada. No sé como es que aún les quedaban dudas después de lo que le hicieron.

Subimos a la torre; a mitad del camino vuelve a llegarme su aroma... como humana. Ella me sujeta con fuerza del brazo.

— ¿A ella le puedo pedir que me quite la maldición? — nos observamos... sus ojos son humanos. Me confunde que se recuerde de esta generación siendo ya vampiresa — ¿O volveré a mi hogar?

— Dejamos detrás a policías, a tu profesor loco de historia que, por si no quedó claro, es un cazador de vampiros, empezarás a consumir sangre humana y si es poco... ¿Crees que te reconozcan? Además, ahora que él está seguro de lo que eres, no dudo intente de nuevo matarte.

Matarme...

— ¿He muerto? — Se observa y me ve — ¿Por qué tengo un vestido puesto...? Que colores... Era uno de mis favoritos.

— Has reencarnado.

Toco la puerta y sin esperar se abre invitándonos a entrar. Aguardo antes de tomar su mano y con ella pasar. No entiendo por qué tiembla o por qué su transformación es tan diferente, tampoco por qué sigue su aroma humano con ella pero así es.

Cuando da un respingo dejo de verla y sigo su vista. La reina camina acercándose y con ello se materializa. Entramos en la mente de Dena y nos topamos con Denae dejando en claro que no la reconoce y sin embargo a ella avanza y frente a ella se hinca con ambas rodillas postradas al suelo.

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⏰ Última actualización: Oct 24, 2018 ⏰

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