Presagios

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El silencio es necesario, pero también algo incómodo al saberme observado por Tom Diego, que espera alguna instrucción a los pies de la camilla.

-Conecta el cable HDMI a la compuerta que tiene tras la oreja izquierda ­-le digo para disipar la tensión -, analizaremos los últimos datos que obtuvo su disco duro.

Compruebo que ningún cable esté dañado mientras él inicia el ordenador conectado a Aghata. Todos parecen en buen estado, extraigo el ventilador central con cuidado, está muy caliente, sé cuál puede ser la causa pero no hay razón para ella. En efecto, la pasta térmica debe ser reemplazada, o mejor dicho, esta se ha prácticamente esfumado.

"¿Acaso la han manipulado? ¿Cómo es posible que se agotase tan rápido?"

Miro a Diego de soslayo, él es el único que podría haber tenido oportunidad de abrirla.

-¿Sucede algo, señor? -me pregunta al notar mi mirada.

-No... -dudo -¿Has terminado?

-Está finalizando el proceso de análisis de la memoria. Por suerte parece que no se han encontrado daños en esta.

Observo como la barra de carga termina para dar paso a un informe. Me dirijo al final de este.



7 de Noviembre, 22:58h.

Mi señor, Aaron, requiere mi presencia.

Camino hacia él y tomo la mano que me ofrece.

El análisis de sus gestos y entorno determinan que debo mostrarme ante el público con un gesto alegre.

Simulando expresión humana de felicidad.


7 de Noviembre, 22:59h.

Escáner de amenaza activado.

Analizando entorno.

Ampliando campo de examen.

Fragmentos de material no identificado se acercan a gran velocidad.

Detectada temperatura en ascenso.

Buscando información de origen y componentes.

Detectado hierro y níquel acercándose.

Elevada temperatura.

Fallo de refrigeración.

Analizando escombros de TB145.

Iniciando secuencia de aviso.

Amenazas detectadas en dirección...

...

Cantidad de amenazas detectadas...

...



-¿Qué significa todo esto, señor?

-No lo sé. Aghata cuenta en su programación con un escáner de protección que se activa ante la posibilidad de amenazas que pongan en peligro mi salud.

Varios perros comienzan a aullar como locos, justo antes de que todo se quede en silencio.

-¿Sabe qué los animales pueden presagiar...?

-Cámbiale la pasta térmica a Aghata. En ese cajón tengo un ventilador de repuesto -le ordeno interrumpiendo sus tonterías.

Al parecer, Aghata estará de vuelta en unos minutos. Ahora, hay algo que me preocupa más. Tecleo rápidamente aquellas letras y números que el informe nos ha facilitado. No es la primera vez que las veo, pero no recuerdo de qué me suenan.

-No puede ser... -susurro al tiempo que escucho el pitido característico de que el procesador de Aghata se pone en marcha -¡Diego, coge a Aghata y sígueme!

Aparto una alfombra y abro la trampilla del suelo ante el asombro de mi consejero.

-¡Baja! -le grito antes de que diga nada.

Los ojos de Aghata escanean el entorno con premura.

-¡Peligro! -grita esta sin ninguna expresión en su rostro.

Desciendo tras ellos y cierro la puerta, no sin que antes se cuele una luz cegadora por unas milésimas de segundo.

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⏰ Última actualización: Oct 13, 2018 ⏰

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