Eran las 3 de la madrugada de otra noche igual. Dicen que solo las almas solitarias están despiertas después de medianoche, pues bien, la mía aparte de solitaria estaba jodida.
La chica que me traje esta noche se fue hace poco de mi casa, hecha una furia. La había echado casi a patadas, la muy estúpida se quería quedar a dormir conmigo en mi cama. Ilusa. Quería terminar bien la que según ella había sido 'la mejor noche de su vida con el chico de sus sueños'. Al marcharse no pensaba lo mismo, me dijo de todo menos bonito, pero la culpa no era mía, yo solo le prometí un par de horas de placer, las ilusiones las traía ella de casa. Aunque en fin, tampoco me importaba, desde lo que pasó solo me interesaban tres cosas: mi hermano, en primer lugar, mis estudios, en segundo y el sexo con tías que estuvieran buenas. Hasta hace una semana me iba bien pero no siempre se tiene lo que se quiere. Maldita chica que no se iba de mi cabeza.
