Capítulo 5.

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Will's POV

Alex se estaba yendo justo cuando salí de la cocina. La verdad es que había actuado de forma demasiado exagerada con él, pero pedirle perdón significaría tener que explicarle lo que pasó y no estaba dispuesto a pensar en las razones que me llevaron a ponerme de los nervios en aquella situación.

–Will, ¿piensas contarme ya lo que ha pasado?– me preguntó Alba un poco molesta.

–Tranquila, no fue nada, tan solo una pelea de amigos, ya sabes, lo normal.

–Oye, si ha sido por mi culpa o algo, yo lo siento, no quise molestar– dijo la chica mirando al suelo.

–Bueno, tampoco te creas el centro del mundo, amor, no todo gira alrededor de ti, por muy guapa que seas– contesté sonriendo e intentando hacer desaparecer la tensión que se había creado.

Alba fingió enfadarse y me dio un puñetazo en el brazo.

Joder, para estar de broma esta chica pegaba fuerte.

Y aprovechando la oportunidad de que ella se despistó, la tiré al sofá y empecé a hacerle cosquillas en venganza.

–Will, para, ¡Will, PARA!– gritaba intentando controlar su risa.

No me había dado cuenta de lo cerca que se encontraban nuestras caras y de la incómoda posición en la que estábamos, conmigo encima de ella, hasta que no paré la tortura.

Alba estaba rojísima, supongo que de tanto reírse, pero a pesar de eso estaba tan guapa como siempre.

Sus ojos no dejaban mis labios. Bueno, quizá no estaba tan roja por lo que yo había pensado.

La verdad es que hacía mucho tiempo que no tenía visita femenina en mi casa, si entendéis lo que quiero decir, y a cualquier tío en su sano juicio le pondría esta preciosidad de chica, así que nadie pudo culparme cuando fui acercando mi cara poco a poco a la suya hasta que por fin, sentí sus labios en contacto con los míos.

Casi nunca cerraba mis ojos cuando besaba, pero por dios, la ocasión lo valía, esta chica lo hacía demasiado bien y no nos olvidemos de la posición en la que nos encontrábamos, en el sofá con ella debajo de mí.

Al principio, fue un poco tímida, pero después de unos segundos de estupefacción la cosa mejoró bastante, aunque, lamentablemente, el beso no pudo durar para siempre.

–Will, yo...– intentó decir algo avergonzada.

–Oye, ¿no te ha gustado o qué? Porque mira que beso bien eh– contesté intentando quitarle hierro al asunto.

Justo cuando por fin levantó la mirada desde que nos separamos, alguien abrió la puerta.

–Hola, Will, ¿qué tal estos días sin mí? Seguro que me echabas de menos.

Mierda, Chloé justo en este momento no.

Destruction is a form of creation.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora