Los gritos de Mamá se escuchaban por toda la casa, me escondí en mi armario-mi único escondite durante los últimos años. Tenía miedo, y no tenía a nadie para cuidarme o defenderme. Podía escuchar los pasos pesados de mi padre, subiendo las escaleras. Abrió la puerta de mi habitación de un solo golpe.
-¿Dónde está tu puta?-gritó pero no obtuvo respuesta.
Estoy segura que no respire por el lapso del tiempo que el estuvo aquí, hasta que cerro la puerta fuertemente. Tenía que hacer algo, algo por Mami.
Salí de la habitación tan silenciosamente como pude. Llegué hasta las escaleras, me escondí detrás del marco de la columna, ocultándome.
Y la vi, ella estaba apoyando todo su peso sobre la pared, para no caerse. Su rostro estaba terriblemente golpeado. Las lágrimas caían por encima de ellos, pero ella no hacía nada para huir, como si se rindiera. Me vio, y su rostro reflejo una expresión de horror, pude ver como articuló con los labios un: “Vete”.
No quería irme, no quería dejarla a ella aquí sola. No podría. Ella era Mami. Papá la encontró y golpeo su hermoso rostro nuevamente, como si quisiera deshacerse de ella. Y no pude verla más. Corrí a mi habitación, encerrándome nuevamente.
...
-¿Qué pasa Sam? Esta bien, fue solo un mal sueño. Esta bien, respira-Tyler paso suavemente sus manos, por mi desordenado cabello en medio de la noche.
Mis respiraciones comenzaron a tranquilizarse, solo había sido un mal sueño. O mejor dicho, un mal recuerdo. Yo pensaba que habían desparecido, pero seguían aquí. Y ahora habían regresado. Tyler estrecho su cuerpo al mío, abrazándome.
Después de la pelea con Justin, Kendall me había ofrecido dormir en su casa hoy. Sus padres habían salido de viaje por su aniversario y ella estaba sola con su hermano. A mitad de la noche, salí de su habitación. Kendall era de esas personas que no pueden compartir su cama, debido a sus patadas rutinarias. Dormí en el sofá de la sala, y aquí estaba. Siendo consolado por Tyler.
-¿Quieres hablar de ello?-preguntó sin soltarme.
-No.-respondí tratando de respirar normalmente.-Siento haberte despertado, Tyler. ¿Crees que desperté a Kendall?
-Dudo que se despierte con un terremoto-dijo haciendo que me riera.-Había olvidado lo hermosa que era tu risa.
Tyler me liberó de sus brazos, su oscuro pelo se encontraba despeinado. Y había olvidado el hecho de que el se encontraba sin camiseta, lo único que traía puesto eran unos pantalones de pijama sueltas que los traía a la cadera. Era ilegal, que alguien se viera así a medianoche.
-¿Te gusta lo que ves?-bromeó con su típica sonrisa torcida.-Te dejaré dormir, Loxy. Mañana tenemos escuela.
Tyler se levanto del sofá, y un sentimiento de horror me atravesó. No quería volver a dormir, cosa que haría si me quedaba sola. Esos recuerdos me habían atormentado durante mucho tiempo, no quería volver con ellos.
-Tyler-dije haciendo que se girara.-Me arrepentiré de esto mañana, pero…¿Puedo dormir contigo?
Tyler se rio haciendo que me sonrojara de pies a cabeza, la oscuridad de la sala estuvo a mi favor esta vez.
-Eso no tienes que pedirlo, Loxy. Vamos.-dijo haciendo una seña con su cabeza.
Me levanté del sofá y alcancé a Tyler hasta su habitación. Nada del otro mundo, la típica habitación de chico en tonos azules. Su cama se veía muy cómoda comparada con el duro sofá de la sala. Tyler se tiró en la cama, golpe suavemente el lado vacío de la cama. Me recosté a su lado, evitando chocar con su torso desnudo. Pero no paso mucho tiempo hasta que Tyler pasó sus manos por mi cintura, atrayendo su cuerpo al mío.
Linda forma para no dormir.
{…}
-Entonces…¿Quién me quiere explicar lo que esta pasando?-preguntó Kendall mientras subíamos al auto de Tyler.
-¿A que te refieres?-preguntó Tyler poniendo al llave en el contacto.
-Que los encontré muy cómodos durmiendo abrazados. ¿Y bien?
-No te importa, Kendall.-respondió Tyler de mala gana.
-Solo quiero estar enterada cuando los dos comiencen a salir, espero que esta vez no lo arruines, idiota-dijo Kendall dándole un golpe en su cabeza haciendo que me riera.