🌠 01.

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¿ Por qué él ?.

Se recriminó a sí mismo el de profundos ojos negros. Si no fuese por su profundo entrenamiento cómo espía de seguro estaría comiéndose las uñas por la desesperación y los nervios.

¿ Acaso su martirio no acabaría nunca ?.

Toda su vida había sido un caos, un desastre, pero no importaba que hiciera o dejara de hacer, el universo parecía trabajar en su contra.

Enderezó su posición y suprimió un suave suspiro, sus ojos escanearon cada parte del GC, encontrándose con antiguos y nuevos rostros.

La guerra había terminado, al fin había acabado, la causa de su constante sufrimiento al fin se había reducido a viejos recuerdos lúgubres.

Finalmente le había cedido la dirección a Minerva, no quería ese tipo de responsabilidades en su nueva vida.

Fué sorprendido por el estridente chillido de la silla al ser removida de su lugar. Frunció el ceño cuando reconoció las facciones varoniles y maduras de su nuevo compañero de trabajo.

Transformó su expresión en una de completo disgusto, tenía que convencerlo, tenía que hacerle creer que nada había cambiado en su interior.. que seguía siendo el mismo hombre odioso, con los mismos sentimientos.

— Hola profesor Snape, ¿ Cómo está ?.

Un sonriente Harry había tomado lugar a su lado, De tantos lugar dentro del gran comedor.. ¿ Tenía que sentarte justo a su lado ?.

— Potter.. ¿ A qué debo el placer ?.

Murmuró, sin una pizca de interés en la conversación.. O bueno, eso trataba de aparentar.

El azabache menor dejó escapar un par de risitas, apoyando sus codos sobre la mesa al igual que su mentón sobre una de sus manos.

Severus apartó la mirada, no quería sonrojarse, pero es que al parecer el azabache hacia todo por provocarlo, sonriendo.

Desde que se le había dado fin a la guerra Harry había cambiado con él.. y mucho. Siempre estaba sonriéndole, a veces le hablaba dulcemente o con mucha comprensión, jamás se enojaba o molestaba con sus seguidos  desplantes.

— Ah~, nada importante. Es que no te había visto desde hace un tiempo.

Harry se refería a las vacaciones navideñas, que no le habían permitido ver o visitar al malhumorado profesor de pociones.

— Solo fueron un par meses, Potter.

Siseó el oscuro pocionista.

— de todas formas~.

Snape se levantó casi que de forma brusca, respirando agitadamente y con el rostro algo ruborizado, moviéndose fuera de la habitación.

Con las piernas temblorosas,

HS

Harry hizo una pequeña mueca de confusión, suspirando se apoyó en el espaldar de su silla, talves lo había forzado de mas al hablarle con tanta confianza.

Se había dado cuenta de muchos sentimientos al observar como durante la guerra, Severus se retorcía por el veneno de la serpiente de Voldemort, pero gracias a Merlín había logrado salvarlo.

Sentimientos que se habían estado desarrollando desde su tercer año, cuando Snape trataba de protegerlo de su padrino; Sirius.

Luego de unas horas se levantó de su asiento y se dirigió a sus habitaciones, tan sumido en sus pensamiento que no se dio cuenta hasta que casi se estrelló contra la puerta que daban paso a las habitaciones de Severus.

Inesperadamente Mío. [ Snarry ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora