Tamaki fue, es y será inseguro siempre, su personalidad era de esa manera y no estaba orgulloso de eso, por lo que tenía que confiar en que Mirio podía ayudarlo después de todo era su sol aquel que iluminaba todo su camino lleno de oscuridad.
Mirio Togata y él eran novios desde que terminaron la escuela media y aparte de ello, amigos de la infancia por lo cual tenían bastante confianza en muchos temas aunque en el ámbito amoroso eran novatos aun. Actualmente en su tercer año en la Academia Yuusei ya habían pasado por lo que se puede considerar la primera vez de ambos en el sentido sexual lo cual trajo algunas consecuencias para el moreno un mes después.
Lo primero que vio al abrir los ojos fue una pared blanca, parpadeo un poco para acostumbrarse a la luz de la habitación y giro la cabeza encontrándose un ramo de girasoles en una mesita cerca de la cama, dedujo que estaba en el hospital y recordó que se desmayó cuando andaba en la ronda por la ciudad. En eso la puerta se abrió dejando ver a un Mirio muy preocupado quien se acercó con rapidez al verlo despierto, lo abrazo pegando su pecho a la cara de su novio. Amajiki por primera vez en el día sintió paz y quiso estar así para siempre, sin embargo, sabía que era demasiado bueno para ser verdad y el doctor entro a la sala aclarando la garganta para que ambos se separen.
—Quiero hablar con el joven Amajiki a solas, por favor—ordeno mirando directamente al rubio.
— ¿Por qué? Si Tamaki tiene algo, yo quiero estar presente.
—Es una orden.
Mirio iba a volver a reclamar cuando sintió un jalón en su camiseta.
—Es-Esta bien, seguro no es nada. Yo te diré lo que me pasa ni bien me digan—le dedico una mini sonrisa que llenaba el corazón de su novio. Togata le dio un beso en la frente y abandono la habitación no muy convencido.
El de cabello negro apretó suavemente las sabanas sin saber que decir, esperaba que el medico hablara de una buena vez, escucho un suspiro y pasos acercándose, mantenía la cabeza baja.
—Joven Amajiki, lo que le voy a decir seguro resulte extraño y difícil de creer, pero es cien por ciento real—le entrego unos sobres que no se había dado cuenta antes que traía— Si ve estos informes, sabrá que usted tiene un mes de embarazo.
¿Qué?
¿Acaso escucho mal?
¿Dijo embarazo?
Embarazo. Esa palabra hacía eco en su mente ¿Cómo era posible? ¡Era hombre! Debía ser un error ¿no? Con temor abrió un sobre, observando un montón de palabras técnicas que no entendí, pero la que resaltaba era POSITIVO. ¿Cómo podía pasar algo así? Vamos, había tenido sexo con Mirio, pero esto ¡Estaba fuera de ser cierto! Dejo caer los papeles a la cama y tapo su cara con las manos.
—No-No entiendo. Soy hombre...
—Cuando le sacamos una muestra de sangre e hicimos un examen para saber que poseía, resulto que usted tenía un mes de embarazo. De inmediato empezamos a corroborar dicha información e incluso hicimos el mismo examen como cinco veces y en cada uno salía el mismo resultado. No me explico bien cómo es posible, lo siento—respondió el adulto.
Nadie dijo nada más. Tamaki sintió temor ¿Cómo podía tener un hijo? ¡Por el amor a Dios! Tenía como 18 años, apenas termino la academia y empezaba a empeñarse como héroe local y para agregarlo, su personalidad era tan insegura y tímida que no se veía cuidado a alguien más que no fuera él mismo. Aparte a su mente se le vino su novio ¿Qué le diría? ¿Y si Mirio lo dejaba porque lo consideraba extraño? ¿O si lo dejaba a su suerte porque no quería un hijo a sus diecinueve años? ¡No! Mirio no podía saber por nada en el mundo, pero también tenía su derecho como padre.
Oh no, su inseguridad crecía cada vez más. Su mente se bloqueó y quiso llorar o apoyarse en alguna pared cercana.
Hubiera seguido con sus problemas sino fuera porque el blondo entro a la habitación, ni se dio cuenta cuando el doctor abandono esta. Alzo la mirada y fue un azul vs negro y un Tamaki con la duda de que decir, no podía mentirle a su sol ¡Nunca se lo perdonaría! Solo que el miedo de confesarle todo era mucho más grande.
—Tamaki, el doctor me dijo que era un tema sumamente importante lo que tienes ¿Qué paso?
Estúpido médico.
Lemillion se sorprendió cuando su novio empezó a derramar lágrimas, sin saber que sucedía lo abrazo reconfortándolo ¿Algo malo tenia? Ni quería pensarlo, si algo le sucedía a su preciado Suneater, no sabría qué hacer con su vida, nada sería lo mismo para él era como si perdiera su quirk o incluso peor.
—Mirio...yo...—Vamos Tamaki tu puedes, dilo—, yo...
—Sabes que puedes confiar en mí—Mirio acaricio su mejilla brindándole una hermosa sonrisa, era un sol andante.
Uno. Dos. Tres.
—Es-Estoy embarazado. No sé cómo siendo hombre, solo me dijeron eso—cerro los ojos emperrando un grito o pasos que se iban, mas no ocurrió nada. Espero un minuto y nada. Poco a poco los abrió dándose con la imagen de su enamorado llorando.
— ¿Mirio?
— ¡Oh Tamaki! ¡Lo siento! No sabía cómo reaccionar—dijo imaginando que el otro sintió miedo por no decir nada— ¡Estoy muy feliz! ¡Vamos a ser padres!
— ¿No-No te molesta ni nada?—pregunto.
— ¿Por qué lo haría? ¡Siempre soñé con formar una familia contigo! Incluso pensé en adoptar en un futuro.
El de cabello negro no lo soporto y rodeo el cuello del más grande con sus brazos, sin más comenzó a llorar como nunca, su sol era tan magnifico, sentía que una persona como él no merecía algo así.
Ambos iban a vivir felices por mucho tiempo acompañados de una tercera persona que llegaría a alegrar más sus vidas.
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Miedo [MiriTama]
FanfictionPorque cuando descubres que estas embarazado tienes miedo de decirle a tu novio que te sucede y eso le paso a Tamaki Amajiki. Drabble hecho para el concurso del grupo de facebook MiriTama. Portada y separador hechos por la editora Madoka Kaname (@a...