El viaje de Sofía

Sofía en peligro

Sofía quería descubrir zonas y se encuentra en un callejón, pero Sofía escuchó unos ruidos extraños.

Sofía: ¿Ho-Hola? ¿Ha-hay alguien ahí? ¿Hola?

Jonathan: Vaya, vaya, vaya, pero...¿qué tenemos aquí?

Richy: Una niña perdida.

Sofía: ¿Qui-quiénes sois? *dice asustada*

Mecos: Awww, pobrecita, ¿estás asustada?

Jonathan: ¿Te vas a hacer pipí en tu pañal?

Richy: ¿Vas a llamar a tus papis?

Sofía: De-dejadme en paz, por favor.

Jonathan: Mirad, chavales *dice señalando el amuleto* una joya.

Richy: Que chula.

Mecos: La podemos vender y sacarnos algún dinerillo.

Jonathan: Sí, nos darán bastante por esa joya. *A Sofía* Danos ese colgante, niña.

Sofía: ¡NUNCA! 

Jonathan: Tú lo has querido, niñata.

Los niños le empezaron a pegar y tirar al suelo hasta dejarla sin energía suficiente para moverse y le robaron el amuleto. Dejaron a Sofía inmóvil en el suelo, llorando.

Sofía: S-S-SOCORRO. Que alguien me ayude.

 
Nadie le escuchaba, nadie la salvaba y empieza a llorar con mucha más intensidad en el suelo.

Con Thomas:
Thomas: ¿Dónde estará Sofía? No ha estado en ninguna clase tras el recreo. Voy a buscarla.

Thomas va a buscar a Sofía y escucha que una niña está llorando. Sigue los lloros y ve una niña tirada en el suelo, sin poder moverse.

Thomas: Oye pequeña, ¿estás bien?

De repente, se muestra la faz de la niña pequeña.

Thomas: ¿Sofía?

Sofía: Oh, Thomas. *al verlo,l e abraza y se acurruca en su pecho con miedo*

Thomas: ¿Qué te ha pasado?

Sofía: Unos bravucones empezaron a herirme y me robaron el amuleto, sin él, jamás volveré a casa. Apenas puedo moverme.

Thomas: Ohhh pobrecita, siento no haber estado aquí para pararles, me siento muy mal.

Sofía: Tranquilo, no es tu culpa.

Thomas: Vamos, te llevaré a casa.

Thomas ayuda a levantarse a Sofía y la ayuda a caminar hasta casa. La lleva hasta su cuarto, la ayuda a acostarse en su cama y le dice...

Thomas: Tienes que descansar.

Sofía:....

Thomas: Ahora vengo, voy a por un botiquín para sanarte.

Sofía: Muchas gracias, eres muy amable.

Thomas: No hay de qué.