Después de haber recibido ayuda, la cual quiero decir con toda honestidad que no me ayudó para nada, mande a quitar todo espejo que hubiera en la casa. No los soporto, y obviamente no hay que explicar por qué. Después de un tiempo puede ser que permita que pongan uno o dos, pero por ahora, no gracias.
Saben, es increíble todo lo que uno cambia luego de una situación así. Ahora cada vez que cierro mis ojos ese sueño me atormenta, casi no duermo y soy una chica retraída que se asusta por todo. Ya no sonrió como lo hacía antes (eso ha hecho que me llamen amargada innumerables veces), tengo miles de inseguridades, me cuesta abrirme con las personas, me cuesta confiar, no solo en los demás, sino en mi misma. Se puede decir que perdí la fe en mí.
Pueden decir que solo fue un sueño, que debo pasar página y ya. Pero cada vez que abro los ojos y me enfrento a un nuevo día, lo hago sintiendo un vacío en el pecho. Como si algo me faltara. Porque, si les soy sincera, una parte de mí se quedó encerrada al otro lado del espejo.
Hasta aqui llego este corto relato. Gracias a las personas que lo han leido, me gustaria saber su opinion.
