Capítulo 7

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- No quiero hacerlo, no me obligues
a engañar a mis amigos por favor - Le supliqué.

- Yo no te estoy obligando, si tu no quieres hacerlo no lo hagas.- Me dijo el hombre. - Solamente te voy a disparar y tirarte a la basura.

Me apuntó.

- Por ravor no me hagas nada, hazme  hacer otra cosa pero no eso, te lo pido.

- ¡Qué no!. - Gritó él para dispararme en la pierna derecha.

- ¡Ah!, ¡mierda!. - Grité teniendomé la pierna del dolor. Intenté correr pero al hacer esto sentí otra bala en mi otra pierna. Caí al suelo, con dolor.

Empecé a arrastrarme pero fue en vano, me jalaron de las piernas y me voltearon para apuntarme en la cabeza.

Solo espera mi muerte, pero cuando el estaba a punto de jalar el gatillo, alguien abrió la puerta.

¡Era Thomas!, estaba con sus manos esposadas y mirando hacia el suelo no me lo podía creer... ¿qué hacía el aquí?.

- ¡Thomas!, ¿qué haces aquí?. - Pregunté asombrada.

Él rápido fijó su mirada hacia mi, para luego intentar safarse del otro sujeto, pero no pudo.

- ¡Vanesa!. - Gritó él, desesperado.
 
El sujeto amarró a Thomas a una silla, y el otro hizo lo mismo también.

- ¿Cómo llegaste aquí?. - Le pregunté a Thomas.

- Me secuestraron, me golpearon y mataron a Joel. - Respondió.

- ¡Qué!, ¿cómo que mataron a Joel?.

- Si, lo mataron y me secuestraron.

- ¡Ay!, ¡por qué nos hacen esto!.

- Por gusto - Contestó el sujeto qué me amarró. - Jajajaja.

Luego vimos que el sujeto trajo a alguien, pero estaba tapado con una sabana ensangrentada.

Sacó la sabana... era Luis, estaba muerto. Tenúa un agujero en su cráneo.

El secuestrador se sentó y sacó su celular.

Después de un rato el asesino se levantó y vino al rato con otra persona amarrada, pero no había sangre, él levantó la sabana, era Michell.

- ¡Qué!. - Dije sorprendida. - ¿Qué está pasando aquí?, acaso nos tienen a todos o ¿qué?

- Jajaja. - Se reía el otro tipo. - Chiquilla tonta.

- ¿Mitchell estas bien?. - Preguntó Thomas.

- Si, estoy bien. - Respondió ella con la mirada fría.

- Todo va a estar bien. - Mencioné solté unas lágrimas.

...

Narra Alicia.

- ¡Ay no me gusta ser la chica callada!, ¡la misteriosa!.

Empecé a imaginarme de cómo voy a descubrir al asesino o a los asesinos.

Nada me lo va a impedir, entonces me puse a estudiar las historias de todos mis compañeros para sacar posibles sospechosos.

Sentí que alguien me estaba mirando, entonces cerré mi persiana y tape la cámara de mi computadora podre ser callada, pero no tonta.

Entonces recibí una llamada, pero me imaginé quién podría ser y no contesté, sea quién sea, no me dejaba de llamar, me harte y contesté.

- Hola.

Nadie contestaba pero yo estaba segura que alguien estaba ahí.

- ¡Hola!. Repetí nuevamente y nada.

- ¡No me fastidies!
...

- Hola Alicia no hagas que entre a tu casa. No quiero ensuciarme las manos con tu sangre... ahora no.

Colgué.

Apagué mi celular por completo.

No quiero morir, pero no quiero que los demás sigan muriendo debo hacer algo al respecto.

Día siguiente.

Narra Kevin.

Otro día más en esta estúpida prisión, ¡ya estoy harto de todo esto!.

- Tienes visita gusano. - Me dijo un guardia.

Yo solo lo seguí, al llegar a la sala de visitas vi a Teresa nadie me había visitado, qué querrá.

- Hola te vengo a contar algo que creo que no sabes. - Dijo ella.

- ¿Qué?. - Pregunté.

- Bueno lamento informarte que María del Mar esta muerta, nadie te lo quiso decir. - Mencionó cabizbaja.

Al escuchar sentí como mi vida si iba abajo, el amor de mi vida y mi hijo no están.

- ¡María del Mar qué!, ¡quién lo hizo!. - Dije furioso, sentía mis lágrimas resbalar.

- Tranquilízate, mira Belén la mató y por eso te tengo una misión para que te logres vengar por lo que te hizo a ti  y a tu novia.

- ¡Pero!, ¡pero cómo!, ¡por qué lo hizo!, ¡maldita sea!. - Gritaba golpeando la mesa.

¡Tranquilízate ya!, resulta que tu novia quería vengarse por lo que te hizo o por tu encierro aquí e intentó asesinarla pero Belén lo hizo primero.

- ¡Maldita zorra!, voy a matarla. - Dije. - ¿Cuál es tu plan?.

- Bien, mira Belén esta hospitalizadan ella también salió herida... quiero que vayas y la mates. - Ordenó sonriendo.

- ¿Por qué tú me mandas hacer esto?,
Acaso tu eres el asesino. - Mencioné un tanto nervioso.

- Hmmm, no, yo no lo soy pero si se quién es. Todavía no te lo voy a decir, yo solo soy su ayudante.

- Oseá que tú asesinastes a tus amigos, a nuestros amigos. ¿Por qué lo haces?. - Pregunté.

- Fácil, para salvarme, para no morir, para llegar a tener una familia...no como los demás, hice un acuerdo con él y así me salvé. - Contestó. - Además tú también lo vas hacer.

- Y por qué me dices a mi que los ayude, no lo pueden hacer solo.
Por qué me haces saber que tú eres la ayudante. - Cuestioné. - ¿Acaso confían en mi?, ¿quién les hizo creer que yo lo haría?.

- Hmm jajaja, nadie creyó en que lo harías, simplemente si no lo haces vas a morir y ya. Y nos ayudas porque vamos acabar con los otros " que nos quieren ayudar", bueno nosotros los obligamos jaja.

- Suenas, como si fueses una asesina en serie, me gusta, ok los ayudo pero yo también me quiero salvar, como tú. - Dije. - ¿Entendido?.

- Ok, si haces un buen trabajo a la primera, dalo por hecho.

- Lo demostrare, ya verán. - Dije. -  Ok, y cómo la voy asesinar si estoy aquí encerrado.

- Vamos a pagar tu fianza y ya, mañana ya seras libre. - Mencionó para después pararse e irse.

Lo haré, lo haré por ti amor, y por nuestro amor.

Mataré por vivir, te lo prometo Maria.

¡Hola!

¡Teresa ayudante:0

Chao ovejitas 🐑❤


















La muerte Acecha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora