Capítulo I

1.1K 21 0
                                    

Los dioses de la noche, Taranis, Teutates y Ésus. Temidas divinidades que a más de uno cautivaron con su aterradora apariencia y su casi insaciable sed de venganza para reparar el daño que le provocaban a quien protegían.

Las divinidades sedientas de sangre, se les dio el nombre de dioses de la noche por los cronistas romanos. Siendo de gran importancia para los antiguos magos o brujos druidas. Qué celebraban por las noches los dones que se les eran otorgados por estas entidades.
El druidismo contempla muchas divinidades entre las cuales se encuentran algunas "benévolas" y otras supuestamente "malvadas" entre ellas están los de la tríada de los dioses de la noche. Seres temibles, despreciables y hasta realmente temidos por todo aquel que se atreviera ha insultar lo.

La triada de la noche está compuesta por el dios de las tempestades y tormentas Taranis, el dios guerrero Teutates y Ésus divinidad de la naturaleza y los bosques; a estas divinidades se les concedía sacrificios de todo tipo. No eran raros los sacrificios humanos, donde se consideraba que era una gran bendición ser Dada la vida a estos seres de poder magnífico e increíble.

Son las principales divinidades de los ritos lunares de los druidas de la noche. Ya que eran quienes les concedían la sabiduría y el poder que estos hombres tanto alardeaban.

Los dioses de la noche, en la mitología celta, estaban conformados por el dios de la guerra, Teutates; el dios de la naturaleza, Ésus; y la deidad de las tormentas, Taranis. También conocidos como "la triada de la noche".

Este grupo de dioses tenían este título, debido a que no existía un límite para rendirles cualquier tipo de sacrificios, incluyendo las ofrendas humanas. En ciertos casos, la persona que sería sacrificada, de ser un creyente, se sentía honrada por dar su vida como regalo a su dios.
La tríada de la noche solía ser invocada, adorada y alabada por los druidas de la noche, un grupo de religiosos, sacerdotes, sacerdotisas, brujos, y poetas celtas, que vivían dentro de los bosques, apartados de las tribus. Los druidas eran vistos principalmente en Gales. Ellos acostumbraban a invocar a estas deidades en sus ritos lunares, para rogarles por favores, poder y sabiduría, o en otros casos para demostrarles rendición.

Porque las alabanzas y las ofrendas que seres humanos resultaban más factibles a cambio de cada don recibido. Nunca se demostró realmente la efectividad de estas invocaciones, pero eso no impidió que se siguieran realizando. Los Druidas de la noche también podrían entrar en la categoría de Druidas Oscuros, brujos malévolos que rompían las leyes de la naturaleza haciendo invocaciones prohibidas.
Prácticas de magia oscura e innombrable para algunos de los buenos Druidas, corrompiendo su alma y espíritu.

Realmente eran temidos, hasta despreciados hasta cierto punto por la perdida de vidas humanas que a veces se entregaban en un honrado intento de hacer felices a los dioses que ellos adoraban.

Los escritores romanos declararon que los celtas practicaron el sacrificio en gran escala lo que es apoyado periféricamente por fuentes irlandesas; sin embargo, la mayoría de esta información es de segunda mano y se basa en rumores. Existen muy pocos hallazgos arqueológicos que prueben el proceso sacrificatorio por lo que la mayoría de los historiadores contemporáneos tiende a considerar el sacrificio humano como raro dentro de las culturas célticas.

Existía también un culto al guerrero que se centraba en las cabezas cortadas de sus enemigos. Los celtas proporcionaban a los muertos las armas y otros equipos que indicarían que ellos creían en otra vida posterior a la muerte. Antes del entierro, ellos cortaban también la cabeza de la persona muerta y estrellaban el cráneo, quizás para prevenir que vagara como fantasma.

Datos curiosos de terror.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora