Exterminio↺국민 [OS]

SPIRALIS

Estaba siendo desencadenado de los brazos de Morfeo por una mano que se aferraba firmemente a su hombro y lo zarandeaba sin compasión.

- Jungkook, despierta, estamos por llegar. - el pelinegro que yacía hace poco profundamente dormido emitió un inminente quejido, haciéndole entender a quien no paraba de moverlo que había despertado.

- Estamos por llegar. - volvieron a repetir.

Ante las palabras dichas, Jungkook decidió abrir los ojos, había estado tan dormido que se sentía ido, tanto que no recordaba que hacía en un autobús. A su lado se hallaba Jimin mirándolo, con algunos mechones azules pegados a su frente y ojos hinchados, se notaba que también había tenido una larga siesta. Regresó su vista a la ventana y ésta enseguida cayó en un aviso de madera donde se encontraba escrito 'libre' en húngaro. Finalmente su cerebro despertó, haciendo así que sus recuerdos volvieran y supuso que aquel era el nombre del pueblo que había escogido el director de su preparatoria para el tournée realizado a su grupo.

Un viaje al cual en un principio no había querido ir pero gracias a las súplicas de su novio había aceptado, sólo deseaba que todo saliera bien y no fuera un viaje estudiantil de mierda como todos a los que había asistido, siempre tan soporíferos.
Ahora ya no había marcha atrás, de igual forma no hubiese dejado a Jimin ir solo, no era por ser posesivo ¿qué tal y sucediera algo y él no estuviera allí para cuidarlo? él protegería a Jimin, siempre.

Sin darse cuenta el autobús aparcó y sus compañeros de clase empezaron a bajar.

- Amor, ¿por qué te quedas ahí?, debemos bajar.

Si no hubiera sido por la voz de Jimin que le hizo reaccionar probablemente seguiría sentado en el mismo lugar, donde hubiese evitado el doloroso golpe recibido por parte del maletero al pararse de la manera tan rauda en que lo había hecho.

- Así que te da risa ¿eh?- las hilarantes carcajadas de Jimin volvieron a emerger de sus labios al recordar el golpe que se había dado su novio segundos atrás.

- Es que andas muy distraído, Jungkookie.

El desaparecer de los ojos de Jimin y la sustitución de estos por las dos hermosas líneas de pestañas que dejaban cuando reía hacían siempre que el corazón de Jungkook se contrajera de ternura y con esto quisiera besarlo.

Fueron bajados casi obligados por el hombre que manejaba el autobús y es que éste les había gritado que alquilaran pieza solo por darse unos cuantos besos, nada del otro mundo. Quizás era un homofóbico de mierda, de esos con los que siempre les tocaba lidiar.

Ya bajados del autobús y éste encendido para irse de vuelta, se quedaron esperando junto al resto de sus compañeros las instrucciones de la maestra, y encargada por lo que restaba de la semana.