Desde hace ya 3 meses desde que congelo Arendelle accidentalmente, pero durante estos meses no se dejo de preguntar ¿Que habrá sido de Hans? desde el día que el pelirrojo fue llevado de vuelta a su nacion no recibía noticias sobre el ¿Seguiria siendo el mismo príncipe engreído y manipulador? ¿Habria cambiado? ¿Estaria vivo? realmente no sentía lastima por el, ni preocupación pero le parecía extraño que no hubiera noticias sobre él.
Hablando de otro tema, la reina Elsa era feliz; la princesa Anna y ella eran las mejores amigas y hacían casi todo juntas, incluso la princesa ayudaba a Elsa en sus deberes reales, aunque claro que la mayoría del tiempo se la pasaba bromeando y riendo; sobre Kristoff, pues era "novio" de la princesa y digo "novio" porque aun no se anima a pedírselo a Anna, aunque ya tuvieron su primer beso y era mas que obvio que los dos se amaban, pero el rubio era demasiado tímido para pedírselo; Olaf era feliz, se la llevaba de un lado para otro, a todos les parecía gracioso el muñeco, aunque al principio le tenían un poco de miedo, no era algo normal ver en verano a un muñeco de nieve con vida, en realidad eso no era normal en ninguna estación del año, pero con el tiempo se acostumbraron a ver a Olaf por el pueblo, el muñeco se hizo amigo de todos los niños del reino y todos los días iba al parque a jugar con ellos.
Elsa y Anna tenían pocos ratos libres pero esos pequeños momentos en los cuales podían hacer lo que quisiesen los aprovechaban al máximo, incluso Elsa y Anna aprendieron a cocinar, aunque las primeras veces que cocinaron casi le da un infarto a Gerda al ver el desorden que dejaban las hermanas, la mayor de las hermanas se había cambiado totalmente ya no era la Elsa que Anna conocia, ahora ya no era aquella niña asustadiza y siempre estaba feliz; el vendedor de hielo seguía con su empleo como siempre claro que ahora tenia el titulo de "Maestro y repartidor oficial de hielo de Arendelle", él y su fiel amigo Sven aun tenían de mucho de que acostumbrarse al igual que Elsa, ya que no eran muy buenos socializando, todo lo contrario a Anna quien hablaba hasta por los codos; siguiendo hablando sobre Kristoff, el le había tomado bastante cariño a Elsa y Anna, a Elsa la consideraba como a su hermana menor, mientras que a la princesa la veía de manera distinta, la amaba pero no se lo confesaba porque era muy tímido, además que después de lo que paso con Hans no quería que creyeran que el tenia las mismas intenciones.
Un buen dia, Elsa estaba haciendo sus deberes junto con Anna; hasta que le sorprendió ver una carta que la enviaban desde las islas del sur, no mencionaba nada con respecto a Hans,pero le pedían su asistencia a su reino a un baile, a ella no le llamaban la atención los bailes y no era buena bailarina, de hecho si se comparaba al duque de Weselton con ella, el duque era el mejor bailarín del mundo; además jamas había salido de Arendelle, mucho menos viajado en barco y la idea de hacerlo le aterraba, aun así Anna le insistió en que saliera del reino, aunque la idea de que el baile fuera en las islas del sur no le agradaba a la princesa, Anna pensaba que su hermana necesitaba salir, así que la rubia termino aceptando ir al baile, Anna y Kristoff se quedaron a cargo del reino mientras la reina se encontraba fuera.
El viaje en barco fue bastante tranquilo, aunque al principio del viaje Elsa estaba con los nervios de punta y en ocasiones congelaba partes del camarote, pero llego a las islas del sur sana y salva; cuando llego fue recibida amablemente por uno de los príncipes de las islas del sur; cuando llego al castillo ya había varios invitados allí, el príncipe que la había recibido en el puerto la guió hasta una habitación, normalmente de eso se encargaban loa sirvientes del castillo pero con la organización del gran baile y la llegada de los invitados todos estaban ocupados, Elsa agradeció al príncipe y se instalo en na habitación. Esa misma noche era el baile, Elsa se puso un vestido celeste y se recogió su cabello en un moño; cuando estuvo lista bajo al salón de baile, allí había mucha gente, lo que hacia sentir incómoda a Elsa, no había señales de Hans por ninguna parte, le parecía extraño pero prefería no preguntar por él.
