Un mensaje inoportuno

7 0 1
                                    


Llego a la casa, se saco la campera y la colgó al lado de la puerta..

-Hola –dijo tímidamente

-Hola. –respondió su madre bruscamente que se encontraba sentada de brazos cruzados

Ya va a empezar –pensó la niña para sus adentros

-Como estas? –le pregunto desinteresadamente tratando de evitar un sermón

-Bien, estuve sola todo el día! Como voy a estar?!! –respondió la madre rezongando

-Y papa? –dijo ella intentando cambiar de tema

-Tu padre? El hombre al que llamas padre, no se apareció desde que..

La muchacha comenzó a ignorar a su madre, siempre recordaba su infancia, los juegos, los viajes, las risas, dentro de todo fueron buenos momentos; le servían de aliento en los malos días.

Cuando la madre termino, la muchacha sin decir nada se fue a su cuarto. Prefería eso a decir una palabra errada y que la discusión se alargara.

-

"Depresión. La depresión es una enfermedad o trastorno mental que se caracteriza por una profunda tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima, perdida de interés por todo y disminución de las funciones psíquicas"

-Sí, sin duda está deprimida –afirmo ella. Cerro la computadora y la dejo en el escritorio; agarro el móvil, 3 AM, se refregó la cara con las manos y vio que le llego un mensaje, número desconocido, entonces lo abrió curiosamente..

"Hola, lamento la hora, pero necesitaba hablar contigo. Seguro ya no tienes mi número, yo era la persona a la que solías llamar "Mejor amiga". Solo quería disculparme, se que yo me aleje sin darte una explicación, se que te hice mucho daño, de verdad lo siento, fui una estúpida, pero con todo lo que te estaba pasando tenía miedo de que me tires contigo. Pero ya a pasado mucho tiempo de eso, necesito la amiga que eras, te necesito"

A ella se le llenaron los ojos de lágrimas, las manos comenzaron a temblarle, se había quedado sin palabras, un montón de recuerdos vinieron a su mente, estaba sofocada. --¿Me necesitas? Sabes el daño que me causaste? Eras mi soporte y cuando mi vida fue cuesta abajo tu solo te alejaste, me dejaste sola. Cuando más te necesite tu no estabas, no puedes romper algo y luego solo pedir perdón, porque no va a volver a ser como antes. Y ahora que tú la tienes difícil vienes a buscarme? Aun me duele tanto, y tu vuelves para pedirme ayuda? Que me necesitas? Yo te necesitaba y jamás estuviste, solo me dejaste caer, simplemente me soltaste la mano! -dijo ella bruscamente intentando no gritar, entonces borro el menaje y arrojo el celular que callo provocando más dolor a ese critico momento; ella intentaba secar sus lagrimas, se sentía tan estúpida llorando; le dolía el pecho y le ardían los ojos; no podía respirar y se sentía cada vez más débil; sus manos temblaban mientras ella apretaba sus puños intentando acabar con el dolor, su sangre dejo de correr allí; se sentía impotente y sin pensarlo dio un golpe en la pared, soltó un gemido que la hiso reaccionar y noto la sangre en sus nudillos. Entonces se acostó tapándose la cara con la manta fingiendo que así se escondería del dolor.

-

Era de mañana, la casa estaba vacía, sus padres habían salido temprano, ella no sabía dónde, tampoco le importaba; como de costumbre tomaba una taza de café, solo café, ignoraba que eso a su padre no le gustaba. Su mente daba vueltas, demasiadas para lo temprano que era:

"Creo que la noche es lo más duro para nosotros los solitarios" –pensaba ella- "En las noches nos torturan los recuerdos, y no hay manera de escapar de ellos, nuestra única compañía, por lo menos en mi caso, es el insomnio. Creo que todo empieza por ahí, primero no puedes dormir, tu cabeza cansada se llena de pensamientos, no tienes a donde ir, te desesperas; cierras los ojos con fuerza intentando acallar tu oscura y perversa mente, solo te duele; comienzas a pensar en que cosas pasaron y que cosas no, que podrías haber hecho y que no; todo lo que sentiste vuelve y te tortura, el silencio te taladra los oídos, y la oscuridad te ciega. De pequeña le tenía miedo a los fantasmas que, según yo, estaban debajo de mi cama; pero ahora, creo que le tengo más miedo a los fantasmas de mi mente, esos que de día están quietos en silencio, cautelosos observando todo, y que en la noche comienzan a destruirme".

-Creo que sería una buena escritora –dijo en vos alta mirando a la gata que dormía a su lado- Creo que a los lectores les atraería mucho todo lo que pasa por mi mente.

Dejo la taza de café en el lavaplatos y se dirigió a su cuarto, se saco la remera y fue al baño a abrir la ducha; salió del baño y fue a prender el equipo de música, le gustaba que haya ruido cuando se bañaba; volvió a la pieza y se saco el pantalón. Se detuvo frente al espejo, se veía igual que siempre, solo que esta vez las cicatrices de sus nudillos estaban abiertas y aun le dolían; evito mirarse las manos, no quería recordar nada; solo se observaba intentando ver todo lo que los demás veían, quería logar ver a esa chica linda que todos le decían que era. Disgustada corrió la vista del espejo, tomo una toalla y entro a la ducha.

Lo hermosa que puede verse la locuraWhere stories live. Discover now