Mi nombre es TaeHyung y tengo 20 años, soy gay y la verdad me daba totalmente igual lo que pensaban de mí, pues ya tenía bastante con mi familia y las personas de la universidad, pero había alguien que si me ponía los nervios de punta, alguien totalmente puro y amable, alguien a quien no quería dañar en lo absoluto, alguien a quién deseaba, pero que evitaba para que no lo atormentaran tanto como lo hacían conmigo.
-Hey TaeHyung- dijo amigablemente aquel ser que siempre buscaba fastidiarme.
-¿Qué quieres EunWoo?- respondí molesto.
Cha EunWoo el mayor problema en mi vida me abrazó y con mucha fuerza me dirigió a los baños.
-Sabes que esa no es la forma en la que debes hablarme- dijo y me arrimó a la pared, gracias a su extraña altura.
-No sé entonces como quieres que te hable- respondí desafiante.
EunWoo se acercó a mí tanto que pude sentir su respiración super cerca, y agarró mi cabello para luego jalarlo, haciendo que alce mi cabeza y que él tenga acceso a mi cuello.
-¿En serio piensas hacer eso en este momento?- pregunté intentando hacer recapacitar a cierto ser odioso.
Pero él solo hizo caso omiso a mi pregunta y besó mi cuello, con su otra mano comenzó a subir mi camiseta, pero de pronto se detuvo y cayó frente a mí.
-¿Estás bien?- preguntó aquella persona que quería que fuera la última que me viera en esa situación.
-Si, gracias- dije y baje la mirada.
-Me alegro mucho- respondió y puso su mano en mi hombro- si EunWoo te vuelve a molestar, avísame, ahora ve a clase.
Le hice caso sin ni siquiera pensarlo dos veces y caminé super rápido, pues Jung Hoseok a pesar de tener una personalidad amable, era el "defensor del pueblo", odiaba a los bravucones y EunWoo era uno de ellos, y por eso técnicamente lo noqueó, y esa era mi excusa, no quería ilusionarme.