¿Temes a la muerte?

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Está claro que antes y después de la vida hay un vacío, ya que cuando un bebé nace con él nace la vida y antes de vivir simplemente no existía. Definamos que algo está muerto al no existir, por lo tanto no es difícil pensar que lo que nos espera después de la vida es lo mismo que había antes de ella. Es inquietante saber que un día estuvimos muertos y que no le tuvimos miedo porque simplemente no podíamos tenerlo, en este caso, ¿por qué tanto miedo a morir? Bien, cierto es que este miedo es el responsable de que hoy sigamos vivos, lo cual es incuestionable ya que se trata de una cuestión de instinto: si nadie le temiera a la muerte llevaríamos siglos extintos. Desde el principio los humanos se han planteado cuál es el verdadero sentido de la vida, pues una vez muertos todo lo que conseguimos en ella se desvanece para nosotros.

Cabe destacar que una vida vale realmente poco, sea humana o animal; a grandes rasgos nuestra muerte no supone grandes cambios, claro está que todo tiene sus consecuencias y algo que se considera la mayor de las desgracias no será menos. En este caso, al ser un miedo que permanece constante resulta normal la frustración que causa a las personas que aún no lo han "vivido". Hablando de nuestra muerte propia, se han creado millones de teorías que respaldan la existencia de algo más allá. La necesidad de estas creencias nació a raíz del pánico que supone no tener una respuesta para algo y por lo tanto decidieron propiciarle una (encontramos múltiples mitos que tratan este tema en todas las religiones y culturas).

Un detalle que no quería pasar por alto es el hecho de que todas las teorías sobre la vida más allá de la muerte se basan en que la persona tenga unos valores socialmente correctos y una buena actitud en vida para así obtener su recompensa tras esta y todo esto nace por el mantenimiento de una sociedad: si eres bueno irás al cielo y si no, al infierno. En la actualidad también ocurre algo parecido: a las personas se les inculcan valores que deberán cumplir si no quieren asumir un castigo y se potencian aptitudes en las que no se desarrolla la imaginación o la creatividad (como la filosofía) ya que una persona poco creativa y que carece de pensamiento crítico no tiene por qué cuestionarse nada y por tanto los líderes de esta sociedad no corren tanto peligro de ser derrocados, porque una mente que no cuestiona nada más allá de lo que un libro no supone un peligro y si nunca piensa por sí misma es muy fácil de moldear y manipular. La sociedad actual se construye en base a creencias que se implantan en la infancia y las cuales se supone que no debemos poner en duda pues sería una barbaridad preguntarse si la pena de muerte es justa o no. Aquella persona que se sale de esos esquemas es tachada de pedante o soberbia pero en realidad es la única que, preguntándose si aquello que daba por sentado era verdad, consigue vivir una vida plena siendo consciente de la realidad y creando una opinión propia mucho más fuerte que aquella que se le había impuesto y que por tanto apenas podía argumentar (al menos con algo que pensase y que no le hubieran dicho antes).

Volviendo al tema de importancia, con la existencia de la muerte nacen preguntas sobre cómo deberíamos vivir o si merece la pena hacerlo. Desde mi punto de vista la vida y la muerte son las dos únicas cosas que tenemos aseguradas y ya conocemos o creemos conocer una de ellas por lo que deberíamos aprovecharla, la otra llegará tarde o temprano y supongo que no es algo que se pueda definir como bueno o malo, más bien es necesario y por lo tanto inevitable. Si pensamos en ello no es complicado llegar a la conclusión de que como es algo que siempre estará ahí qué menos que vivir mientras podamos y morir cuando debamos. Si existiera una enfermedad que impidiera morir a las personas lo buscarían con el paso del tiempo, todos nacemos sabiendo que moriremos y en algunos casos puede ser una desgracia o una alegría pero es algo que pasará sí o sí. Si la inmortalidad existiera tendríamos todo el tiempo del mundo para hacer aquello que tengamos como objetivo y lo aplazaríamos por pereza y aunque no lo hiciéramos no nos serviría de nada. Es impensable saber que vas a ver morir a todos aquellos que conoces sin poder hacer nada, repitiendo la misma historia una y otra vez. Ni el amor ni el odio tendrían sentido, sin el Carpe Diem no tendríamos una vida real.

No defiendo aquí que una vida sin reglas sea lo correcto, aún sin tener la razón absoluta creo que una buena vida es aquella que vive de las buenas acciones, de lo que cada persona considera que está bien ya que, como dijo Rousseau: "El hombre es bueno por naturaleza". El bien conlleva estabilidad aunque, al ser un concepto tan difuso nunca llegará a ser completamente estable y a veces lo bueno no es lo correcto. Acciones como mentir o manipular se consideran malas pero en ocasiones son necesarias, una persona no debe centrarse en ser buena o mala, sino en hacer lo correcto. Decir la verdad es algo que no siempre es bueno y mentir a veces no es malo pero como ya he dicho son conceptos muy difusos y en ocasiones no deberíamos pensar si está bien o mal según los valores de la sociedad, simplemente qué será lo mejor. Una vida justa se basa en recibir lo que damos y viceversa aunque por desgracia en ocasiones no sea así pero por eso debemos ser ambiciosos en su justa medida, para aspirar a aquello que merecemos y por tanto si es algo que merecemos nos lo debemos haber ganado con acciones correctas.

Si somos conscientes de aquello sobre lo que tenemos poder y no abusamos de este podremos construir una sociedad correcta y que mira por el bien común. Es una pena que el egoísmo se haya convertido en la cualidad que mejor define al ser humano: explotando trabajadores, destruyendo el planeta en el que vivimos, creyéndonos en el derecho de abusar de una persona por pertenecer a una minoría, etc. Podemos ser superiores a muchas cosas pero la muerte nos llega a todos por igual, da igual si eres catedrático o un vagabundo, en algún momento dejarás de respirar y ahí lo único que importa es si la vida que has tenido ha sido la que te ha hecho feliz, no por las circunstancias sino por las acciones que has realizado. Si hay una frase que defina a la perfección los límites de la libertad y la verdadera felicidad es: Vive y deja vivir.

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⏰ Last updated: Oct 15, 2018 ⏰

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