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-... Y una vez dentro tendremos que actuar como lo que somos; Jefe y empleada -Explicó.

Le había contado todo lo que había pasado, sin pelos en la lengua, claro que se ahorró los detalles del sexo, no más faltaba, aunque claro, su amiga insistió en saber hasta los detalles más descarados, pero no se lo dijo.

-Todos se revelaran contra Alex, si se enteran que él está saliendo con su empleada -Rió despacio, Zoey.

-Aunque... hay algo que me preocupa -Dijo, pensando, con el ceño fruncido.

-Anda, ¡cuenta! -Exigió, curiosa.

-Alex me iba a contar algo, pero al final, me dijo que no estaba preparado para hacerlo y que le esperara un poco más.

Zoey gimió sorprendida y se tapó la boca con ambas manos y abriendo los ojos de forma exagerada. Jenna dio un respingo y la miró asustada.

-¿Qué? -Preguntó, Jenna, desconociendo la razón de la reacción de su amiga.

-¿Y si tiene un hijo?

Jenna le golpeó el brazo de forma juguetona y negó con la cabeza riendo.

-Ay, tonta, me asustaste... -Dijo, reponiéndose -. Claro que no tiene un hijo, ya me lo hubiera dicho.

-Pues... aún no está preparado -Zoey la miró con esos ojos que congelaban a cualquiera y con el semblante serio. Jenna separó un poco los labios de la sorpresa y sintió las piernas flaquear, no había pensado en eso... ¿realmente él...? - ¡Es broma! -Exclamó, riendo.

-Eh... si -Dijo, Jenna y rio de forma forzada.

Un hijo...

El botón rojo del teléfono se encendió. Era Alex, quien solicitaba los servicios de Jenna, seguramente quería el café... y algo más. Ella sonrió ante aquel pensamiento tan perverso.

Jenna abrió la puerta de la oficina, no sin antes tocar. En las manos llevaba la misma taza de siempre con el exquisito café dentro, servido de la cafetería de la empresa. Ella cerró la puerta con un leve golpe de cadera y le colocó el cerrojo a la puerta. Miró de forma provocativa a Alex y se acercó a él.

-Señor... -Murmuró de forma sensual -, su café -Torció la boca, en una pequeña sonrisa.

-Primero, quiero darle una probada a mi dulce -Se puso de pie y se aflojó la corbata, acercándose como un lobo a punto de cazar a su caperucita.

-Usted puede hacer lo que quiera... -Murmuró, carcomida por la pasión y la lujuria. Agarró a Alex de las solapas de su camisa y lo acercó a sus labios, de forma posesiva.

-Gatita mala-Bromeó, sobre sus labios, sonriendo divertido.

-¡Basta...! -Dijo, sonrojada de la vergüenza -¿Cómo supiste...?

-De la misma forma en la que supiste que era yo.

-¿Podemos olvidar ya ese tema?

-Está bien... -Dijo, serio -Gatita mala.

-Alex -Dijo, riendo.

Él la llevó hasta su el sofá de tres asientos y antes de acostarla la desnudo sin delicadeza. Estaba hambriento de su piel, de su carne, de toda ella. Jenna no se quedó atrás y le comenzó a quitar las prendas que molestaban ahora mismo.

-Eres tan hermosa... -Le susurró cerca del oído, al tenerla en ropa interior, y besó suavemente su lóbulo y lo mordisqueó despacio haciendo que ella soltara un suspiro de placer.

Él le desabrochó el brassier negro, dejándolo caer en el suelo. La empujó suavemente al sofá, haciéndola sentar. Y con su dedo pulgar comenzó a acariciar los labios de ella. Ella gimió de placer, sabía lo que él quería. Ella acarició su dedo con su lengua y el gruñó.

-Jenna... -Suspiró.

-¿Qué pasa? -Preguntó de forma inocente, chupando suavemente su dedo.

-Me gusta tu lengua... -Sonrió inconscientemente, mientras la observaba y con una mano masajeaba su seno derecho, y de vez en cuando, pellizcaba su pezón, haciéndola gemir.

Ella bajó su pantalón, excitada, y vio el bulto erecto que se marcaba en su ropa interior. Estaba deseosa de tenerlo en su boca. Dejó su dedo para comenzar a dejar pequeños besos sobre la tela mientras él la sujetaba del pelo, suavemente.

Le estaba volviendo loco.

Ella bajó su bóxer y tomó con delicadeza el pene, en su mano derecha, mientras comenzaba a lamerlo de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo, con su mano lo comenzó a masturbar.

-Chúpalo todo...

Jenna, como buena niña, lo obedeció, metiéndolo en su boca. Ayer no había tenido tiempo de probarlo de aquella forma, pero ahora que lo hacía, ¡Dios! Era tan delicioso. Sentía como estaba empapando el cojín del sofá en donde estaba sentada y eso la excitó aún más.

Él estaba maravillado, ni con su mujer había sentido tal sensación. Ella lo hacía con... amor. Tan suave, tan delicada, tan cuidadosa. La tomó del cabello y comenzó a mover su cabeza para adelante y atrás, haciendo que chupara más rápido mientras que movía su cadera. Sintió ese fuerte y placentero cosquilleo, su cuerpo se estaba contrayendo.

-Jenna... -Susurró, alarmado, sin poder detenerse -. No. Estoy por...

Ella en vez de soltarlo, lo introdujo más adentro, haciéndole gemir fuertemente a Alex, esa chica lo quería matar. Jenna sintió aquel exquisito y espeso liquido bajar con fuerza por su garganta. Ella se separó lentamente, lamiendo las últimas gotas que había quedado y limpiándose el resto que había quedado bajo su labio inferior.

Miró de una forma bastante inocente a Alex y con una sonrisa bastante angelical.

-Dios... -Jadeó, Alex - ¿De qué película porno haz salido tú?

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⏰ Última actualización: Oct 15, 2018 ⏰

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LA ASISTENTE (CAPÍTULOS HOTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora