Tyron
El aire de la noche era denso. El viento que entraba en mi ventana solo hacia eso... entraba; no enfriaba, no tocaba mi piel, no existía; solo veía como la cortina se movía y las páginas de mis libros se agitaban.
¿Escapando?
Una voz varonil resonó en mi cabeza.
¿Qué quieres de mi Yekun..? Yekun... Yekun...
Cerré mis ojos, esto siempre dolía, pero esa voz... ya no era la voz oscura y fría... era diferente; y ese nombre... el primer seguidor de Lucifer.
Un ojo rojo, otro negro, cuerpo humano, alma demoníaca... el mal.
Mi cerebro despierto sobresaltándome. Mi cuerpo impulsado por la adrenalina del miedo me levantó del asiento, mis manos inquietas recorrieron mi cabeza despeinando mi cabello por completo. Los murmullos, las voces... se repetian una y otra vez dentro de mi cabeza; no vi nada, pero sentí.
Algo maligno se acercaba a la ciudad, generando pánico en mis entrañas.
Un golpe sonó en mi puerta asustándome.
-Tyron, te extrañé.-Alexa saltó a mi cuello rodeándolo con sus brazos. Su olor a vainilla inundo mi burbuja.
Mi mente todavía alterada no podía procesar lo que pasaba, pero mi alma controlaba parte de mí, así que con mucho cuidado mis manos se envolvieron alrededor de su cintura atrayendo su cuerpo más a mí.
-Estas tenso.-susurró con su dulce voz sobre mi cuello, haciendo que pequeños escalofríos escaparan.
Me separe de ella rápidamente pero con cuidado y le sonreí. En sus ojos marrones podía leer como mi cuerpo atraía a su alma, como se consumía en sueños de pasión con mi nombre escritos en ellos.
-Debo decirte que antes de venir aquí, mi padre me pidió que lo fueras a ver.-Alexa rodó sus ojos, sabía lo mucho que odiaba que su padre me llamara- Siempre que tengo tiempo para venir aquí a estar contigo él quiere verte... no es justo que mi padre te vea más que yo.
Reí y besé su mejilla antes de rodear su cuerpo para poder salir.
-Debe ser importante Alexa, te veré en la cena.
◬◬◬
Caminar por los pasillos de la comunidad de los hechiceros era realmente escalofriante las primeras veces, pero luego, cuando tu cuerpo había pasado tantas cosas malas y tus ojos habían visto tanta mierda, te acostumbrabas.
El salón principal era para la sede, ahí se encontraba Halastor, el padre de Alexa, y otras autoridades máximas que te miraban con decepción si cometías algún error.
La gran puerta de roble se alzaba frente a mi, con fuerza la empujé. Del otro lado Halastor me esperaba de espaldas mirando al bosque desde el gran ventanal.
-Te estaba esperando Tyron, algo agridulce está sucediendo y necesito saber que es.-su voz ya usada, áspera y gruesa me invitó a entrar.
Con determinación caminé hacia él dispuesto a contarle sobre mi "visión", pero algo, más allá de esa habitación, más allá de las voces que atormentaban mi cabeza, más allá del bosque, más allá de todo, llamó mi atención.
Una luz tenue se repartía a lo largo de lo que parecía ser el mundo.
-Eso que ves ahí, aprendiz mío, esa luz oscura, es cada abertura al infierno.
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Vehemente.
FantasyMe quemas sin ningún cuidado, esperando hacerme daño, mientras que yo espero que me ames aunque sea al anochecer. Tu fuego me quema, me haces cenizas; me rompes, me dejas, me matas.