Parte 1

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Shiro estaba aburrida. Además odiaba que al despertar no este su hermano, no le gustaba nada, nada.

Asique espero que aparezca y dejar de sentir esa soledad abrumadora que tiene cuando no están juntos. Era algo extraño desde que se conocieron cuando era una niña, pero no le importo. Sora jamas se alejo de ella

-tarda- murmullo seria mirando su cuarto. O el calabozo como era el castillo.

Suspirando recordó que habían quedado dormidos luego que Sora le leyera un libro simple e infantil. La bella durmiente.

No tenía necesidad de ese cuento, no estaba en su intelecto, pero Sora en momentos adoraba tratarla como una niñita como era. Que podía decir, aun tenía solo 11 años. 11 años y era reinante de un reino llamado Elkia, en el universo del dios del juego Tet llamado Disboard.

-hola- dijo una voz y rápido se giro. Era Tet en persona flotando sobre ella.- vaya, parece que no esta Sora. Que raro- dijo el dios confuso pero divertido.

Recordándole que su hermano no estaba frunció su ceño y sus labios como una niña, lo quería cerca.- iré a buscarlo.

Riéndose el dios la siguió.- entonces... que hacen?

-Sora quería ir al reino de las mujeres que tiene orejas, Shiro no le deja- dijo. Si Sora iba, seguro se olvidaría de ella unos segundos y lo odiaba.

Riéndose el dios entendió y la siguió. Salieron de los calabozos recibiendo el sol matutino y pasaron por los pasillos. Algún que otro sirviente pasaba haciéndoles una reverencia y Shiro sintió que la corona aun estaba en su pelo.

-es raro que no este. Estará planeando algo?- dijo Tet mirando a Shiro.

-no. Sora no debe estar lejos o sino...- dijo bajando sus ojos. Ese sentimiento los dejaba débiles, temerosos y vacíos. Era un sentimiento que no les gustaba y siempre estaban juntos. Pero no estaba!- seguro esta con Jibiril haciendo algo.

Asintiendo rápido cambio de hacia la biblioteca. Seguro estaba ideando algún plan y venciendo al ser con alas que tenían de sirvienta. Igual se pregunto si debía castigarla en algún momento, odiaba que la siga en los baños y jugar con su Sora.

Tet la vigilo y sonrió. Mientras se acercaban a la biblioteca comenzó a preguntarse si jugar algún juego. Siempre jugaba con ambos reyes, pero talvez debería intentar solo con uno? Seria interesante.

Shiro abrió las puertas. Era todo como recordaba, libros y libros de información que ya estaba en su mente.

-Jibril- llamo.

-hi hi- dijo la mujer bajando de la nada y arrodillándose ante su reina.- me llamo su majestad?

-donde esta escondido Sora?- pidió mirando los estantes, había mucha información que Sora podía estar buscando.

-el amo no se encuentra en la biblioteca- le dijo Jibril sonriente de complacer a su ama.- pero si desea puedo buscarlo.

-hazlo- dijo. Odiaba el sentimiento, era mas difícil controlarse y no caer en la soledad que estaría sin Sora.

Asintiendo Jibril se concentro y al poco sonrió- se encuentra en la habitación del rey.

-que raro- dijo.- bien, vuelve a tus cosas Jibril.

-si maestro. Ahora estaba jugando uno de esos juegos de citas...

Shiro dejo de escucharla en lo que salía e iba a buscar a Sora. Entre tanto Tet estaba feliz de poder evitar que los demás lo vean; si ocurría seguro habría un pandemonio en su presencia.

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