Only a tear - Kuroko No Basuke [One-Shot] ¿CANCELADA?

Alone = Akashi Seijuro.

  Una reina para un Rey tan neutro, algo que no pasaba desde la edad media por traiciones insolentes. Pero no hablamos del pasado de tantos ancestros, ni siquiera de sus costumbres que solo partían de la desgracia al dolor soberano de miles de campesinos, esto solo es una metáfora de mi parte...

  Nuevamente, solo jugaba mientras terminaban las típicas clases de la academia. Sentado en mi banco con la corona de Rakuzan, movía las piezas de mi Shogi esperando que el mismo aire moviera una de ellas dándome un jaque mate que jamás pude consederme ante tanta práctica.
Inútil. Siempre ganaba...

— ¡Capitán!, ¡Capitán esperé! —Gritaba Hayama mientras corria con la esperanza de alcanzar su paso lento pero distante—. ¡Capitán!, ¡Al fin lo alcanzó! —Suspiraba pesadamente, se acompañaba con jadeos por el cansancio.

— Si te cansas de esa manera solo corriendo, no quisiera tenerte en el equipo siendo inútil.

— Lo siento, Capitán... Pero tengo apuró de decirle que mañana se suspende el entrenamiento...

— Me lo imaginé. De todas formas, daré mis recorridos como es de costumbre. Así que, con tu permiso, Me retiró.

  Dejando solitario a su compañero, solo camino con su "capa". Frialdad era lo unico que el mismo demostraba, como si hubiera pasado un mal día después de un tiempo lleno de tormenta. Tan solo llegar a su vivienda, el abrir de su puerta hizo que un olor impregnará su mente con melancolía y algo de nostalgia. El único ser vivo que iba a darle su leve bienvenida, era su pequeña mascota cubierta de inocencia, a veces solo deseaba ser ese felino vago mimado y atentido por todos...

  Sin expresiones, solo le dio su alimento al animal para subir a su habitación sin ingerir nada...
Quitándose su camisa, revolvio si cabello dando ligeras caricias a su rostro carente de cariño, solo una lágrima inconsciente se deslizó en su mejilla. Extrañando, deseando, simplemente soñando...

— Madre... ¿Por qué haz sido tú la que se ha ido y no yo?, Tan solo pensar en tu melódica voz me basta para llorar como idiota... Madre... ¿Tan sólo estaré para vivir bajo el ala de la agonía?... A veces tan solo desearía estar contigo...

  Una voz quebradiza, un gesto de angustia deformaba su rostro al penar de tal forma, bastaba el peso del alma para caer rendido en su cama. El gatito entró sin previo aviso preocupado por el estado de su amo, mimaba cada lágrima saliente de sus retinas secandolas con su preciado pelaje; solo era envuelto en la mirada de su humano, entre mimos y susurros inservibles, los dos quedaron en profundo sueño como pequeños vagabundos. Mejillas encharcadas, sin vida...

   "Solo hubiera deseado que tú cariño perdurará hasta el final de mis días..."