Capítulo 1

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Año y medio antes

- Tengo miedo Itz.

- No tienes por qué tenerlo, mañana vendré por ti ya lo veras.

- Lo prometes, prometes que no te iras sin mí, no me abandonaras.

- Lo prometo Nahis no te dejare, te llevare conmigo ya lo veras.

- Oye Anahis, Anahis, rayos amiga dime que no estabas dormida.

- Te aseguro que de estarlo no era precisamente algo bueno – dije tratando de mantener la calma, mientras podía sentir el mismo miedo que había sentido tanto tiempo atrás.

- Sin duda tengo una pregunta para ti.

- Y si digo que no quiero escucharla – dije aun sabiendo que sería inútil.

- Sabes que no funciona de ese modo, además me lo debes, porque puede que no estabas dormida, pero me has dejado sola por unos minutos, por lo que te sugiero que escuches y respondes después.

- Como digas jefecita.

- Qué más quisiera, pero bueno, no importa.

- Deisy.

- Ambas sabemos que nunca trataría de quitarte tu lugar.

- Dei.

- Pero no niego que me encantaría.

- Díaz, quieres de una vez hacer tu pregunta y si es posible antes de que cambie el turno.

- Cierto ¿por qué haces esto? Es decir, sé que te agrada mi compañía y todo eso, pero ¿por qué ser una simple hechicera cuando no lo eres?

- Justamente por esto – dije señalando nuestro alrededor.

- No me vengas con que te agrada estar detrás de una puerta cuidando a pequeños niños mimados – agregó señalando al par de chicos que se encontraban a pocos metros de nosotras.

- No del todo – dije sonriendo – pero si al hecho de ser normal.

- Hablar en clave cuando tenemos más de nueve horas de guardia no es una buena idea, menos después de desaparecerte por unos minutos, por cierto, que últimamente te pasa muy seguido.

- Te lo diré de esta manera ¿te atreverías a tomar la iniciativa de hablarme o retarme tal como lo haces cada, mm digamos, cinco minutos si me comportara según lo planeado?

- Buen punto – agregó tomando su barbilla con su mano - mejor quédate tal como estas, que lo menos que quiero es hacerte una reverencia o tratarte con respeto.

- ¡Gracias amiga! En verdad eres única.

- ¿Ahora dime de quien se trata?

- Hablando de claves – dije observando por quinta vez la ventana de la habitación.

- Oh vamos, ambas sabemos que tienes casi un mes de estar observar esa ventana, lo que me lleva al hecho de que mientras lo haces te pierdes, al igual que antes y para serte sincera sea lo que sea o sea quien sea no es una amenaza, sino ya estaría muerto.

- En verdad hablas mucho – agregue sonriendo.

- Algo así, ahora habla.

- No es nada o al menos eso pienso.

- Anahis, si por solo un instante has pensado que me tragare tal cosa, estas realmente loca.

- Puede que si lo esté – agregue sin dejar de mirar afuera, ya que no solo los sueños habían vuelto, sino que sestaba segura de que algo había cambiado – es solo que siento que algo no está bien.

¡Reina¡ Esta por verse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora