Solo mírame y lo sabré. Jikook

Estaban bien.

Tres días después lo supo.

Jungkook por fin le preguntó a su profesor al terminar sus clases y este le sonrió radiante antes de responder; por alguna razón la pregunta parecía hacerlo increíblemente feliz.

-Su nombre es Jimin, jungkook-ah. Es mi hermanito.- Sonrió cariñosamente antes de continuar. -El no puede hablar, pero...- Se levantó pasando su mirada por todo el salón de clases. Buscando algo se dirigió a una repisa blanca y regresó con un pequeño cuaderno amarillo y un lápiz.

-Pueden escribirse, si quieres conversar con el puedes pedirle que escriba lo que piensa para ti.- Estiró la mano con ambos objetos hasta Jungkook.

-¡Gracias Seokie-Seonsaengnim!- El pelinegro respondió alegremente, tomando el lápiz y la libreta antes de inclinar la cabeza agradecido y salir corriendo para encontrar a Jimin.

-De nada Jungkook-ah.- murmuró sonriente el profesor, aunque Jungkook ya se había retirado, demasiado impaciente por ver al rubio.

Por fin podría saber lo que pensaba Jimin. ¿Le explicaría a Jungkook el porqué parece tan interesado en esos tontos libros? ¿Porqué los lee en lugar de jugar más con las figuras de Iron man y Hulk de Jungkook?

Jungkook se enteró de muchas cosas ese día y se encontró ansiando conocer más sobre el rubio, incluso si había aprendido que Jimin prefería a Hulk en lugar de Iron man. ¿Cómo podía eso tener sentido? ¿Ha visto realmente las películas de Iron man? Jungkook lo hará verlas de nuevo, eso es seguro. 

Las semanas pasaron y Jimin seguía prefiriendo a Hulk, pero ahora Jungkook prefería a Jimin sobre Iron man, así que estaba bien.

Estaban bien.