Capítulo 1

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Ahí se encontraba él, en esa blanca sala de espera, aguardando el momento en el que sus dos pequeños gemelos nazcan. Por fin oyó el llanto de un bebé y respiro aliviado. Permaneció atento a ver si oía el llanto de un bebé distinto, pero no escuchó nada más que el llanto de su primogénito. Al rato salió una de las enfermeras que atendían a su mujer.

¿Señor Malfoy? - Al oír su apellido Lucius Malfoy se levantó acercándose a la enfermera. - Su mujer está estable, ahora mismo estan lavado al pequeño. - Lucius noto que la mujer hablaba en singular y la lanzó una mirada interrogante. - Uno de los pequeños nació muerto.... –

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Esa no era la primera vez que Harry Potter se sentía observado, miró a su alrededor y como siempre no había nadie mirando lo. Se encontraba solo, en su cuarto en casa de sus tíos. Harry llevaba desde que él recuerda sintiéndose observado por algo o alguien.

Antes de conocer la magia, siempre había pensado que eran los niños que le acosaban, su primo entre ellos. Pero desde que conocía el mundo mágico se temía lo peor. que Voldemort lo hubiera estado observando desde que él era pequeñito. Pero no podía ser así ¿no?

Harry ya había pasado por el callejón Diagon ese año, para comprar sus útiles del año que se acercaba. Él fue acompañado por la familia Weasley y por Hermione, como casi todos los años.

Hoy había sido su cumpleaños y había recibido varios regalos, de parte de su familia de sangre nada. Pero, de sus amigos del mundo mágico varias cosas.

Ron le había regalado un ajedrez mágico en memoria de su primer año en Hogwarts. Hermione le regaló tres libros, uno sobre criaturas mágicas, otro sobre quidditch y otro sobre trucos para buscadores. El señor Weasley le había regalado un mp3 muggle que había cogído de su trabajo. La señora Weasley hizo una tarta de chocolate junto con Ginny. Fred y George le dieron una poción experimental para que la pruebe y les diga. Percy le regaló uno de los libros de texto de este año. Por último, pero no por ello el menos importante para Harry, su padrino Sirius le regaló una vuelapluma junto con una carta

Hola querido Harry:

Te regalo esta vuela pluma que perteneció a tu padre, la encontré en uno de los cajones de la casa donde los Merodeadores quedábamos.

Si encuentro más cosas, te las envío.

Suerte en Hogwarts.

Tu padrino, Sirius Black

Harry sonreía mientras veía la pluma, guardandola en uno de los baúles junto los libros de texto y la tinta. Preparó lo que le quedaba del otro baúl y se fue a dormir, no podía esperar a que llegara el día siguiente y poder huír de esa casa del demonio.

Al rato se quedo profundamente dormido, pero lo que no sabía es que si que había alguien observando lo desde la esquina del cuarto.

"Buenas noches Harry" - pensó el observador.

Mi ángel de platinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora