H E L P (Sterek one shot)

Capitulo extra

Las voces habían regresado. Primero iniciaron como susurros que de una en otra vez venían a la cabeza de Stiles, luego se volvieron palabras claras que estaban constantes.

Él, en su exterior no mostraba ni una sola expresión que lo delatara, que delatara que estaba muriendo por dentro. Seguía con Derek, pero últimamente no lo acompañaba, siempre salía, tenía excusas tontas.

Y Stiles cada vez se sentía más solo, excepto por la rara e indeseable existencia de aquel demonio en su cabeza. Que poco a poco lo fue convenciendo de que no valía nada, era un simple cuerpo que iba drenando sus minutos de vida, no tenía metas ni objetivos, no tenía el apoyo de nadie.

No quería comer, no podía dormir, así eran todos sus días. Siempre tenía el impulso de llorar, mientras las voces lo atormentaban cada vez más. 
"Será otro día" siempre era la respuesta que le daba a Derek cuando dejara vez lo invitaba a cenar. Esa relación para Stiles ya estaba perdida.

Su padre ni siquiera lo quería mirar, sus amigos no le hablaban, y se fue convenciendo de que estaba solo, que no había salida de aquella realidad.

Las voces empezaron a tomar furor, como si quisieran obligarlo a lo que le estaban diciendo. En su pequeño apartamento, donde las paredes tenían humedad y en cada cuarto te encontrabas con una grieta o gotera, se escuchaba de vez en cuando un "¡Ya cállate!" Sin embargo, la voz seguía ahí.

Y el dejo de comer, y de asearse, y de salir, y de dormir, y de todo.
Y dejo de vivir.

Stiles, te voy a ir a ver a tu apartamento.

Hasta que te preocupas por mi estado.

Sabes que me preocupo pero nunca quieres salir, entonces yo iré hacia ti.

No, Derek, en serio, estoy bien. No hay necesidad de que vengas.

Voy a ir, nos vemos en un rato.

Y colgó.

Así que se aseó, se vistió con sus clásicas camisetas de cuadros, y empezó a fingir la sonrisa justo antes de que sonara el timbre.

-Stiles, que ojeras tienes- le dijo Derek- Da igual, traigo comida- le mostró una bolsa con comida tailandesa del local cerca de ahí, con una gran sonrisa.

- No tenias por que, Derek.

- Claro que si, no nos hemos visto en ¿cuánto? ¿Un mes? ¿Que sucede contigo?

- Nada, estoy bien- las mentiras gorgoteaban fácilmente por su boca.

Esa tarde comieron y tuvieron conversaciones casuales, pero no hablaron de su relación.

Al irse, Derek acerco sus labios a los de Stiles como lo hacía anteriormente, despacio, con curiosidad. Siempre lo hacía para que Stiles lo besara desesperadamente, pero ahora, en vez de eso, se alejó.

- Es mejor que te vayas, Derek, ya es tarde.

- ¡Son las nueve! Stiles, en serio, qué pasa contigo, primero las ojeras, casi no comiste, y ahora no me quieres besar.

- No es eso- en ese momento Stiles empezó a entristecer, al darse cuenta que le estaba haciendo daño- Solo vete, no es problema tuyo- dijo cerrando los ojos y suspirando, sin querer dar explicación.