Capítulo 2: jugando con el diablo

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Aron se encontraba tirado a lado de su cama adolorido tratando de aguantar el dolor entre medio de sus piernas.

-no debiste patearme en ese lugar, con la asfixia era suficiente.

-cállate, fue una reacción defensiva que toda mujer posee.

-no creo que tratar de quitar tus manos de mi cuello fuera una acción agresiva.

-bueno, disculpa, no supe cómo actuar al despertar en tu pecho y en tu cama, dice Mirai un poco avergonzada.

-está bien solo espero que no se vuelva a repetir, todo lo que ocurrió en ese lugar parecía un sueño y me cuesta pensar que es real.

-Mirai ¿deseas continuar este maldito juego?

-claro no quiero morir nuevamente, pero tampoco quiero causar un problema o causarte un problema con tu muerte.

-y cuando ganemos y resucites ¿Cómo le explicaras todo esto a tus padres? Decirles que tuviste que matar a personas para poder salvarte de la muerte.

Mirai se mantuvo en silencio durante un tiempo – no había pensado en eso, pero también no quiero que mueras por mi culpa, no quiero culparme por la eternidad y pensar que mate a alguien por mis caprichos.

-lo sé pero ¿Por qué sucedió todo esto? No quiero seguir jugando con el diablo.

Los chicos un poco tensos se sientan juntos en la cama de Aron para reflexionar un poco.

Pasado unos minutos de la mañana, los chicos retoman su conversación, sentados lado a lado en la cama.

-Mirai entonces debes quedarte en mi casa, no creo que tus padres deban verte, podría causarles un infarto o algo parecido.

La joven con su mirada llena de estrellitas y corazoncitos le dice a Aron –me dejaras quedarme aquí, muchas gracias Aron.

Al decir esto Mirai se pone un poco nerviosa y se tapa su boca con sus manos.

-¿puedo decirte Aron?

-que va, tengo descendencia occidental no me afecta que me llames por mi nombre, entonces yo seguiré diciéndote Mirai.

- así eso, tu dime Mirai-Sama.

Aron la observa un rato un poco extrañado, -enserio.

-vamos es solo una broma ¿no te gusto?

-una broma de mal gusto, iré a buscar a mi madre para pedirle un futon.

En ese momento Mirai se levanta y bloquea la puerta –no puedes ir con tus padres ¿que pensaran al saber que tienes una chica linda en tu habitación?

Aron pone su mano en el mentón y deforma sarcástica dice –me felicitaran por conseguir una novia.

Mirai resignada mira al piso y le dice – habías dicho que no te gustan las bromas de mal gusto, a mí también me desagradan.

Aron se ríe a carcajadas y le dice a Mirai –tranquila tu duerme en mi cama yo dormiré en el suelo.

Mirai se sienta en el suelo y le dice a Aron –no me asustes

Ella se levanta y se vuelve a acostar en la cama – ¿tus padres no entran a tu habitación?

-tranquila la dejare cerrada con llaves, ellos estarán furiosos pero tu estarás más cómoda y además creerán que les escondo algo, bueno en realidad es eso lo que hago, al decir esto le sonríe a Mirai.

Mirai cierra sus ojos y le brinda una pequeña sonrisa la cual tapa con sus manos.

-ademas me tengo que vestir para ir a clases

-no te desvistas frente a mí, dice Mirai enojada.

-tapa tus ojos acuéstate y no me mires, problema solucionado

Mirai se rie y le pregunta a Aron – ¿cómo te sentiste al despertar con una chica tan linda en tu pecho?

Aron la observa en silencio durante unos segundos y le responde –me siento adolorido y ya te dije espero que no se vuelva a repetir.

-Mirai furiosa le lanza una almohada - ¡IDIOTA! le grita después de haberla lanzado.

Y en ese instante se abre la puerta y entra la madre de Aron.

-hijo con quien hablas.

La madre observa a su hijo de pie mirando a su cama y con una almohada en sus pies además de su cama muy desordenada.

Aron preocupado mira con temor a su madre.

-cuando estés listo baja al comedor, preparare el desayuno.

Luego la madre cierra la puerta muy tranquilamente.

-No puede verme, dice Mirai asombrada

-es obvio después de todo estas muerta, dice Aron

Mirai sin escuchar a Aron comienza a imaginar muy contenta todas las cosas que puede hacer sin que nadie la viera.

Mientras Mirai fantaseaba Aron se desvestía frente a ella.

Al parecer no notaba que Aron estuvo desnudo durante unos segundos frente a ella, ya vestido, Aron se despide de Mirai y la encierra en el cuarto.

-rayos a hora como salgo de aquí, decía Mirai.

Aron se dirige a su escuela pensando en cómo arreglar toda esta situación.

Casa de muñecasWhere stories live. Discover now