—Te quiero— Dijo Bella mientras cambiaba de posición en su pequeña cama.
—Duerme amor— Le dije besando su frente, tan sedosa, tan cálida y delicada. Mañana sería el gran día.
Volví para verla por última vez y dando un suspiro salte por su ventana. No lograba acostumbrarme a estar lejos de ella. Corrí por el espeso y oscuro bosque. Que después de todo, no era tan oscuro para mi y como de costumbre no tarde en llegar a casa.
Pude escuchar las voces familiares de mis hermanos que habían vuelto de su viaje.
—Nada mejor que un gran león para levantar el espíritu, de verdad Jasper, deberías probarlo—.
—Claro Emmett, lo que tu digas—. Le contestaba Jasper riendo alegremente.
—Heeey, bienvenidos hermanos—. Les dije caminando hacia ellos con los brazos abiertos.
Las imágenes pasaban en su mente como en un álbum fotográfico.
—Veo que lo han pasado genial estos últimos meses—
—Si es verdad, pero nada se compara con la familia—. Me contestó Emmett.
—Es bueno estar de vuelta—. Decía Rosalie mientras me abrazaba. —Lo siento Edward he sido una tonta, de verdad los he extrañado—
—Es bueno tenerlos de vuelta—. Le dije cariñosamente.
—Te prometo que tratare…—
Sabía que eso ya era mucho para ella, sabía que era sincera y lo mucho que le costaba decir aquellas palabras.
—Y…. ¿todo listo para mañana? — Preguntó Emmett.
—Casi, solo faltan algunos detalles— Decía Alice en medio de una gran sonrisa. Estaba haciendo todo lo posible por controlarse con respecto a este tema.
—Esperemos que quiera asistir la festejada—. Les dije haciendo una mueca.
—No te preocupes, si es necesario la traeré amarrada—
—Aquello no me haría mucha gracia—. Le dije secamente.
Pero Alice sacó su pequeña lengua y se fue tras Esme.
Después todos volvimos a nuestras actividades. Yo debía preparar mi presente para Bella. Me había obligado a prometer que no le compraría nada. Pues bien, no le compraría nada.
—o—
Podía escuchar perfectamente el sonido de su viejo monovolumen. Seguramente estaba a menos de dos cuadras del Instituto. Alice se encontraba junto a mi, había insistido en saludar a Bella a primera hora del día.
Lentamente ingresó al aparcamiento. Contuve mis ganas de ir por ella al coche, seguramente no se encontraría de muy buen humor y el portazo que dio a su auto me lo confirmó.
Claro que no pude controlar a Alice, dando un salto se adelantó para recibirla.
— ¡Feliz cumpleaños, Bella!— Le dijo alegremente.
Como lo había previsto ella no se encontraba de buen humor, pero Alice seguía precionándola. Ya la podía ver explotando en cualquier momento. Le preguntaba por los regalos, que le habían parecido y todo eso.
Estiré mi mano para recibir la suya. Sus latidos nuevamente se aceleraban mientras levantaba su cabeza para encontrarse con mis ojos. Con mi pulgar sostuve su barbilla, acariciando con el índice sus rosados y suaves labios.
—Así que, tal y como me impusiste en su momento, no me permites que te felicite por tu cumpleaños, ¿correcto? — Realmente no era una pregunta, ya sabía su respuesta.
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Noche Eterna (Edward's New Moon)
FanfictionLuna Nueva desde la perspectiva de Edward Cullen. No dejes de leerla