<<Definitivamente debo estar loca, esto es demasiado arriesgado. Podría caerme y acabar con mi vida y con la de mi bebé>>. -pienso al ver lo lejos que estoy del suelo.
Mi plan consiste en, con la ayuda de una cuerda de sabanas, bajar hasta el empinado techo, que se encuentra como a 6 metros de mi balcón. Luego de eso caminar sobre él hasta encontrar una ventana, que este abierta, y salir del castillo sin ser notada por los guardias.
Ya sé que no es el mejor plan que he tenido, pero en momentos como este mi cerebro no funciona correctamente.<<A quién se le ocurrió que las recamaras estuviesen en la parte mas alta del palacio>>.
<<Seguramente fue al idiota del perro cobarde>>. -Vuelvo a ver la distancia que me separa del suelo y me mareo.
<<Mejor me quedo aquí a esperar que alguien me traiga noticias de Adolfo. >> -Digo al darme cuenta lo suicida que es mi plan. Me giro, camino hacia la puerta y justo cuando estoy a punto de entrar, a la recamara, siento una punzada en el corazón.
<<No, no puedo hacer eso. No puedo quedarme de brazos cruzados mientras el hombre que amo está al borde de la muerte>>.
- Debemos ser valientes por papi -acaricio mi barriga-. Él necesita nuestra ayuda. -Digo para darme valor.
Tomo la improvisada soga, entre mis manos, y me subo a la baranda, aprovechando mi impuso de valentía.
- ¿Estás consciente de que te encuentras a más de 20 metros del piso, esta lloviendo a cantaros, y que por tu estado eres más torpe que nunca? -dice una voz masculina, justo en el momento que un gran rayo ilumina todo el lugar, poniéndome la carne de gallina.
- ¿Quién esta ahí? -digo con la voz temblorosa. Una figura sale de los árboles y cae con elegancia frente a mí.
Al principio no lo reconozco, pero cuando la luz alumbra su rostro veo que es Vladimir, el mejor amigo de mi cuñado.
- No le vayas a decir a Iván que estoy huyendo por favor -ruego antes de que hable.
- Iván fue el que te encerró -dijo con asombro. Yo asiento- Eso si que es una novedad, creí que había sido mi "querido Alfa".
- No, él..e.sta -no aguanto más y comienzo a sollozar. Él al verme así se acerca y me abraza.
Por alguna extraña razón, que desconozco, en sus brazos me siento segura y protegida, así que murmuro sobre su pecho un débil "lo tienen" para no romper esa dulce atmósfera que nos rodea.
- ¿Quién lo atrapo? -me pregunta.
- Iván piensa que son los mismos que mataron a su madre.
- Con razón quiere resguardarte -susurra más para sí que para mi.
- Por favor convence a Iván para que me deje ir a buscarlo -le suplico-. Yo soy la única que pueda dar con su paradero antes de que sea tarde. -A pesar del agua que recorría mi rostro pude sentir como nuevas lágrimas se deslizaban por mis mejillas al enfocarlo-.
- Lo siento, querida, pero él jamás me escucharía -Yo deshago nuestro abrazo.
- ¿Pero si tú eres su mejor amigo?.
- Lo era -me corrige con añoranza-. Poco después de la fiesta, él se encargo de acabar con nuestra amistad.
- Lo siento.
- No te preocupes, él recapacitara y yo tendré mis brazos abiertos para cuando lo haga.
- ¿Lo quieres mucho?
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Soy La Mate Del Alfa (Libro 1 de la saga: Secretos De Luna) {Editando}
De Todo-¡Es increíble como ya te olvidaste de mí! -escupió con rencor al detenernos en un claro. Se quitó la gorra y los lentes. 《No lo puedo creer, ¡El idiota con quién perdí mi virginidad!》-pienso. - Veo que te sorprende mucho verme. -sus ojos estaban ll...