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Tus ojos cafés ventanas
de tu alma.
Inocencia que la de una
niña reflejaba.

Llegaste de una manera tan
inesperada pero esperada.
Fuiste el alma que sano la mía, tomando mi mano y llevandome contigo.

Tus risas y ocurrencias son el sol de mis días lluviosos .
Aunque otras almas se quisieron acercar, nunca lo permitiste, por que tu eras la especial.
Aun que la distancia y las familias nos separen, tu siempre serás mi hermana de otra madre.

En este momento tu voz sólo existe en mi memoria,
con una pedazo de papel atreves de la pared me has hablado,
Pero aveces no es lo mismo,
ya que ni el tiempo hasta dispuesto para nosotros.

Intentos de PoemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora